En la noche

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Era una noche tranquila, casi media noche, se escuchaban los pequeños insectos,  estába tan acostumbrada a aquellos sonidos, iba de regreso a casa, por aquella vereda de siempre, tenía tantas ganas de llegar y poder sentarme, todo el día había estado trabajando en la finca de doña Alma, habia hecho que limpiara toda la casa para preparar la llegada de sus hijo y nietos, ademas que tuve que esperar a que cenaran para poder dejar la cocina limpia,  aunque hoy era un poco más tarde de lo normal, la luna llena iluminaba muy bien la vereda entre los arboles, que me llevaria a la carretera hacia mi casa, me hundí en mis pensamientos, que me sobresalté al darme cuenta que el camino se silenció por completo, no se escuchaba algún perro a lo lejos o algun insecto, creo que ni mi respiracion podia oir, me faltaban algunos pasos hacia la carretera, tampoco podia escuchar mi propio corazón bombeando mi sangre y la corriente de está en mis venas, apure el paso, intenté hacer algún sonido pero la garganta se me cerró, por alguna razón, sentía que algo no estaba bien, antes de salir de la vereda hacia la carretera, un gato hermoso de pelaje oscuro y largo, paso entre mis pies, el gato era del mismo color que un gatito que cuide de niña, por desgracia un dia fue atropellado por una carreta mas o menos a esta altura del camino, aunque su pelaje rozaba mis piernas, no podia sentir su tacto, me agache para recogerlo pero este se alejo, escuché caballos a lo lejos, a mi flanco izquierdo, se escuchaban a toda velocidad y risas que no puedo describir solo como malignas, sentí pavor, podrían ser ladrones, así que me escudí detrás de unos matorrales, y me abrace al árbol, rezando para que estos pasaran,  mis manos se aferraban al árbol que me astille las manos, recé y recé en mi cabeza, conforme el sonido se acercaba, recordé un cántico de la iglesia sobre Jesús, y en mi mente, comencé a cantarlo, necesitaba distraerme mi cerebro para que no comenzara a imaginar las peores pesadillas, el ruido de los caballos se hacía más fuerte, mis nervios estaban al tope, las mejillas mi dolían, pero de un momento a otro los caballos , ya se escuchaban del otro lado, alejándose, me quede helada, ¿que había pasado?. Este era el único camino por aquí, busque al hermoso gato, pero ya no estaba.

Me quede por un momento preguntandome ¿porque pasaron los caballerangos por enfrente de mi?, seguí trarareando el cantico, si era la cosa mala, necesitaba alejarla, llamando el nombre de Jesús, las piernas se me estumecieron , poco a poco escuché algunos grillos, y perros a lo lejos,  hasta que escuché la carreta y los perros de un vecino que iba de paso hacia sus terrenos para comenzar a sembrar, salí de entre magueyes y matorrales, despistada, con heridas de los pequeños cortes que me hice con las pencas.
-¿hija qué haces aquí ? ¿Vas para el Mercado?
-no, vengo regresando del trabajo
Hija son las 4 de la mañana, ¿como vas de regreso?
Me helé, no había estado mas de 20 minutos ahí sentada
-¿estás bien? Te ves blanca
-No- conteste, sentía como todo me daba vueltas, me iba a desmayar en cualquier momento
-Adrián, baja y ayuda a Clarita
-hija, te llevare a tu casa, te ves muy mal
No daba crédito a lo que pasaba, me ayudaron a subir a la carreta, me senté y abracé mis piernas.

Estuve casi ida, por algunos dias, como habia desaparecido horas. Sufrí malestares y fiebres durante dias, Mi madre me dijo que lo que hubiese escuchado no era de este mundo, y que fue muy inteligente de mi parte haber escondido, en vez de salir a la carretera a observar quien era, pues muchas chicas han desaparecido en el mismo camino, mi mama agradecio porque aquella cosa no me haya llevado, yo no daba credito a lo que escuchaba, si habia escuchado, sobre las desapariciones, pero pensé que eran chicas que se habian ido con su novio, mi tia habia desaparecido de esa forma y mi mamá comentaba que estaba segura que se habia ido con alguno de sus amores

Dias despues tuve pesadillas, muy vividas, de unos cabagerangos que me hacian acompañarlos, en el camino, torturandome y hablando en una lengua extraña, paseando en un lugar siniestro que podia jurar, era el infierno, o algo parecido. Las pesadillas eran tan vividas que hasta parecian recuerdo de una pesadilla vivida en la noche.

Relatos gatunos y otrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora