Una eterna incomprendida intentando entenderse y quererse. 🤍
Entre los susurros de nuestra mente se encuentran nuestras mayores sombras. Por eso en este pequeño escape escribo los laberintos de mi mente, donde mis pensamientos danzan entre la oscur...
Para todos aquellos que alguna vez nos rompieron el corazón...
La vida nunca es como queremos, pero ahí está, ella pasa sin preguntar igual que pasan las cosas que se nos escapan de las manos, como esas que viven delante de nuestros ojos pero no alcanzamos a ver.
Muchas veces somos aire que guía por caminos agrietados y otras veces el agua que inunda y arrasa con todo lo que ve, pero siempre somos. Unas veces nos queman y otras quemamos nosotros y tras unos segundos nos volvemos a quemar porque nos creemos más listos que la vida y la vida nos vuelve a demostrar que ni apagando la llama con todo el agua del mundo, esas pequeñas cosas vayan a cambiar; porque así somos, nos creemos invencibles, creemos que lo tenemos todo y en verdad todo es un sueño efímero en el que no hay nada real.Sí, somos valientes, o eso decimos ser, pero luego nos derrumbamos ante esas palabras de las personas que aunque ya no estén... siempre están. Ojalá nos enseñaran a vivir, pero a vivir de verdad, a sentir el aire que roza nuestro pelo una mañana de invierno o a notar el rayo de sol de junio en nuestra cara y sonreír, sonreír porque la valentía está en cada vez que levantamos la mirada con una sonrisa aunque por dentro estemos formando una cascada de mil lágrimas que forzamos en mantener dentro y que nos va agrietando lentamente solo porque no nos vean llorar.
Somos esos guerreros que se marchan a la guerra sin saber si volverán, que no miran hacia atrás y si miran ya es tarde, porque la vida pasa y no pasa dos veces. Ojalá la vida nos diera todo lo que damos, pero hay personas que dan y otras que simplemente nacieron para recibir... y así formamos un círculo parecido al triángulo de las Bermudas, que aunque no tiene puntas corta, donde se entra pero no se sale y si sales, una parte de ti se queda dentro para vagar siempre dejándote así cada vez un poco más vacía.
A veces la vida entera no es suficiente para olvidar un beso, ni la lluvia es suficiente para ocultar las lágrimas, porque tenían razón cuando me dijeron que las rodillas raspadas son más fáciles de curar que lo que algún día me hizo ver que dentro de mí había sitio para alguien más; Y aunque se dice que todo tiene un principio y todo tiene un final, hay finales que no terminan, porque se dice que del cementerio no se sale, pero mucho menos del lugar en el que fuiste feliz y nadie te explicó cómo salir, miedos que te abruman y que te hacen pequeñitos, que te causan las dudas que la mente no para de hacer sonar mientras el corazón mira el suelo en busca de nuevos trocitos con los que llenar el vacío de la soledad.
Porque sí, nosotros los valientes que vamos a la guerra sin mirar somos los mismos que nos derrumbamos antes de llegar, porque la vida pasa y no te avisa, y tú corriendo detrás... intentándola alcanzar.
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