El misterioso pozo de carne: Parte 2

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 Capítulo 3: El sub-subsuelo

Después de una caída amortiguada por la carne de la criatura, Mark se despierta en un callejón de unos cuantos pares de metros de ancho y que parecía que seguía por kilómetros. Conmocionado después de dos horas de inconsciencia provocada por la caída, se empieza a levantar.

-Johnson... Jacob...- dice Mark recomponiéndose -Donde estáis- fórmula con un tono ahogado.

-Sí, aquí, estamos aquí- dice Jacob mientras ayuda a Mark a ponerse de pie agarrando su el brazo.

-Estás bien- agradece mientras se acerca hacia Mark -Pensábamos que no lo contarías, entre que no te levantas y prácticamente caímos encima de ti- le explica a Mark.

-En... ¿Encima de mí?- fórmula con un pequeño tono de histeria.

-Bueno, más o menos, pero deberías darle las gracias a este pozo por haber parado la caída ¿No?- mirándole con una ceja levantada y con una sonrisa burlona.

-Te has dado cuenta de que estamos atrapados en un pozo que posiblemente no tenga salida o que estamos en el mayor laberinto del mundo entero- dice poseído por un nerviosismo paranormal.

-Vale, vale tranquilo, estamos todos atrapados- calmando a Mark.

-OK, basta de todo este rollo de compañerismo, que eso no solucionara el problema- dice separándolos por el medio.

-Tú cállate, tan solo nos has traído problemas desde que nos conocimos, si nos hubiese tocado un compañero más competente podríamos estar allí arriba, pero no, estamos aquí abajo atrapados- Salta Mark con furia por la chulería de Jacob.

-Ok, ok, yo soy el que se colocó al lado de un agujero o el que estaba más alejado del grupo- dice Jacob sarcásticamente intentando protegerse de las acusaciones de Mark.

-Ese agujero no estaba en un principio- dice Mark respondiendo a Jacob - A y por la cuerdecita no es que me pudiera alejar mucho- añade subrayando con la voz, cuerdecita.

-Yo no puedo elegir el equipamiento que llevo, sé que es una basura, pero debo hacer lo que me dice la compañía- dice mientras señalaba una insignia en el hombro que ponía Anodine.

-Sabías que todo acabaría mal y no dijiste que...- Mark no pudo terminar porque Johnson los separó como hizo Jacob.

-Callaros los dos. ¿En serio estáis peleando mientras estamos literalmente atrapados?, dais pena, en serio mucha- Johnson les miró de lado a lado dos mientras él lo decía.

-Tiene razón porque parecemos estúpidos- dice Jacob mientras ofrece un apretón de manos para tener paz.

-Sí, tienes razón- dice Mark dándole la mano a Jacob.

-Ok con esto solucionado, ¿qué podemos hacer, aparte de quedarnos pudriéndonos aquí hasta morir de hambre?- preguntó Johnson.

-La única opción viable que teníamos era mandar una señal de socorro a la estación con la intención de que nos vinieran a rescatar, pero mientras estabas inconsciente lo comprobé y al parecer mi dispositivo de radio dejó de funcionar por la caída- explicó Jacob con un toque muy sutil de desesperación.

-Nosotros tenemos unos walkie-talkies, podrían funcionar, ¿no?- pregunto Mark.

-No, esas radios son de corto alcance, máximo llegarían a uno o como máximo dos kilómetros y al venir hasta aquí ya recorrimos un largo trecho- negó Jacob.

-Bueno, no perdemos nada por intentarlo- dice Mark mientras sacaba su walkie-talkie de la ranura que tenía en el cinturón -¿Hola? ¿Hay alguien?- pregunta al aire sin recibir ninguna respuesta del dispositivo- ¿Hola? Respondan por favor- dice otra vez sin ninguna respuesta, pero captando la atención de Johnson de alguna manera.

El misterioso pozo de carne.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora