Espadas, escudos y guerra...

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Victoria y Vanessa se encontraron cara a cara, Victoria estaba furiosa, en ese momento solo quería proteger a su poblado y sobre todo, a su gema.


-No era necesario llegar a este punto, hay una línea que es imposible de cruzar, pero usted lo ha hecho- decía Victoria gritando, subida en una torre de vigilancia, no se veía apenas nada en los alrededores, era totalmente de noche.

-No me saluda, me pensaba que ya éramos buenas amigas

-¿amigas? ¿Qué le pasa a usted? Primero me confiesa que tiene tentativas de crear una guerra para robarnos lo más preciado que tenemos, que supongo que ya sabrá que si nuestras gemas salen del poblado a las que las pertenecen este quedara destruido al momento... Luego prepara a un ejército sin fin para ser más fuerte frente a la guerra, dios santo, usted cree que en algún momento yo te consideraría amiga... -decía Victoria alzando la voz, furiosa.

-A ver Victoriana, le voy a ser sincera y voy a ir al grano, estoy aquí irrumpiendo en lo que queda de su poblado para completar mi misión, tener las ocho gemas del poder... Así que voy a salir de aquí con la de usted-decía Vanessa yendo al grano, para dejarle claro a Victoria su objetivo.

-Yo no tendría tan claro que esta noche va a salir con mi gema, así que le voy a pedir que salga de mi poblado a las buenas...-añadió Victoria amenazando a la Vampira, dándole instrucciones claras.

-Señora Victoria, lo que yo deseo no es opcional, en un momento u otro voy a acabar con lo que yo deseo.

En aquel mismo instante, Vanessa empezó a correr en dirección a la cueva donde se encontraba la gema de Empyrean, sin mirar atrás. Victoria saltó de la torre en la que se encontraba, no iba a permitir que Vanessa le arrebatara lo que era suyo, empezo a perseguirla a toda velocidad, sin bajar el ritmo ni un solo instante, cuando estuvo a unos pocos metros de la vampira, empuño su espada por el mango.  En question de metros, la guerrera ya habia alcanzado a la vampira.

-Te pensabas que ibas a llegar muy lejos?-dijo Victoria con un tono de burla en su voz mientras la apuntaba con la punta de su espada.

-Sabe que no seria capaz de matarme nunca, tengo un ejercito de cientos de miles de caballeros esperandome fuera mientras destruyen su precioso poblado...-decía la vampira intentando convencer a Victoria.

-No mereces el privilegio de vivir, has asesinado a cientos de mis guerreros y a muchos civiles de otros poblados para cumplir tu deseo, eso no tene perdón-decía Victoria sin dejar de apuntar con el filo de su espada a Vanessa.

En aquel momento Victoria alzo su espada con la intención de apuñalar a la Vampira, en su mente solo pensaba en la salvación de Shantana. Cuando la espada se iba a clavar en la piel de Vanessa, apareció el antiguo compañero de Victoria Elon con el fin de salvar a su dirigente.

-Espera Victoria-empezó a decir Elon apareciendo desde las sombras mientras empezaba a llover.

-No tengo que esperar a nada, solo quiero acabar con todo esto-decía la guerrera furiosa, queriendo acabar con toda esa situación.

-Dejela Elon, no me merezco otro destino que la muerte, solo he causado el mal en Shantana, he destruido ya cuatro de los siete poblados que habitan en esta tierra, que eran demasiado debiles para poder contra un ejército de nuestra talla...

Después de pronunciar esas palabras, Vanessa empuño su espada para luchar contra la líder de Empyrean, donde se sumieron en una batalla cuerpo a cuerpo. Las dos líderes acabaron con graves heridas. Vanessa se fue con las manos vacías, la gema del poblado de Empyrean tendría que esperar.




La guerra de ShantanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora