Me desperté. No, el sol no brillaba en mi ventana y los pajaritos no estaban cantando. Era día de tormenta. Por suerte era fin de semana. Mire el reloj, eran las 11:30. Me vestí con una musculosa de 5SOS y un short azul. De zapatos fuí a algo casual, entonces me puse mis Converse rojos. Después me peiné y me lavé los dientes. Por ultimo, me maquillé. Bajé las escaleras, feliz de ver a mi familia y recorde que era fin de semana y que seguian durmiendo, entonces decidi ir al Starbucks ya que no tenía ganas de hacerme el desayuno.
Caminé al Starbucks más cercano, aproximadamente a unas 6 cuadras de mi casa, y miré el menu; aunque ya me lo acordaba de memoria. La misma señora amargada que atendía todos los fines de semana me miró con cara de "no tengo todo el día" , esperando a que le diga lo que quería. "Un Cotton Candy Frappe y una galleta con chispas de chocolate, porfavor."
Un minuto después, me dió mi pedido, le pagué y le agradecí.