No soy lector de Bukowski, no porque sea un borracho, sino porque es muy radical en sus textos. Si me dieran a escoger un referente literario me quedo con Gabriel Gracía Márquez. No sé por qué, pero me siento con la autoridad de abordar un tema tal fuese un grande de las letras, ahí les va mi breve reseña.
No maduras porque dices "ey debo madurar" no, maduras por necesidad, sí, la necesidad que te impone tu entorno, así que no es un ciclo natural. Maduras en muchos sentidos, como por ejemplo restarle importancia a cosas que realmente no son importantes, porque te has dado cuenta de lo que vale la pena y lo que no. Maduras en el sentido de entender que no eres imprescindible en el mundo para nadie, porque te has dado cuenta que con tu ausencia la vida sigue igual. Maduras cuando sabes que solo te tienes a ti, que es tu deber hacer por ti, puesto que más nadie lo hará. Maduras cuando aceptas quién eres, sin importar la aprobación de los demás. Y sobre todo, maduras cuando te quieres mucho a tí mismo.
Sabes cuál es el problema? El problema es que no te des cuenta de lo bonita que es la vida y estés sufriendo por mierdas que no tienen ningún sentido, acéptalo, la vida no tiene sentido, o la vives o la entiendes; pero no podrás hacer ambas cosas. Ocúpate de sentirte bien, de hacer las cosas bien; no existe nada más gratificante que tener en paz tu conciencia, esa tranquilidad de no querer arruinarle la vida a nadie no te la quitan ni con toda la mala vibra del universo. Sé sincero, contigo, con la gente; actúa con bondad, aunque actualmente eso parezca un acto de otro mundo.
En cuestiones de podrido, podrido está el mundo, pero no me corresponde a mí juzgar o ver la paja en el ojo ajeno antes que en el mío, si quieres cambiar el mundo empieza por cambiar tú. Sé que no tengo mucho alcance con lo que escribo, pero con ese poquito espero poder estar ayudando a alguien. Anímense a escribir, sean la voz del silencio. Termino este texto con una de mis irrelevantes frases "Sé tú, el mundo teme a la gente libre"