Fué demasiado raro... Arturo y yo estábamos en una fiesta entonces accidentalmente él tropezó; nuestras bocas quedaron a un centímetro de distancia y... él me besó, adoré ese momento fué demasiado especial.
Después de ese momento ya no sabía que hacer estaba demasiado impresionada y feliz, sentía que me daba un paro cardiaco de tanta felicidad ese sin duda fué un día inolvidable y ahora que lo escribo no puedo evitar tener una gran sonrisa en la cara.