Él tenía un problema, eso lo sabían todos. Pero al principio lo mantenía en secreto, torciendo una sonrisa en sus labios solo para ser buen niño; con el tiempo, Pavel no pudo ocultarlo más.Los primeros en saber sobre aquello fueron sus hermanos menores. Irónico, porque se supone que él debía ser el soporte de los más pequeños, sin embargo, por alguna razón siempre había sido al revés. Quizá la juventud y sus espíritus aventureros les mantenía con la mente abierta, diferentes a sus padres, que al momento en que Pavel dijo con voz firme y la cabeza alta la frase “no me gustan los omegas”, le llamaron "deshonra".
Si la diosa luna había bendecido a un cachorro con ser alfa, al mismo tiempo había atado su destino a un omega. Ellos estarían buscándose, tirando del hilo rojo hasta poder unirse y continuar con el legado que cada humano sobre la tierra poseía.
Pavel no creía en eso, y no quería emparejarse con un omega. Por muy lindos y lindas que fueran, su lobo sentía rechazo. Decir que sus aromas le causaban náuseas fue otra forma más de decepcionar a sus padres y recibir a cambio la quita total de beneficios que la familia tenía.
Sin embargo y contra todo pronóstico, Pavel se acostumbró a pertenecer a una familia millonaria dónde era el único que no lo vivía realmente. Cocinaba, limpiaba, lavaba, planchaba, trabajaba y por su cuenta había adquirido una superbike. En primer lugar se sentía ofendido, pero luego le vio el lado bueno.
No dependería de nadie una vez pudiera salir de esa casa.
O al menos eso pensaba hasta hace unos meses, cuando sus padres le comunicaron que le habían encontrado a la compañera perfecta. Y aunque se negó rotundamente a contraer matrimonio con aquella omega de ojos marrones que conoció un día después de recibir la noticia, la fecha estipulada para la ceremonia se acercaba cada vez más.
Mali, la pequeña y linda hija única del matrimonio Liu, estaba cegada por un amor que le habían inventado. Desde pequeña sus padres se habían encargado de hacerle saber que ella, cuando creciera, solo serviría para dos cosas: complacer a un alfa y parir. Tenía que casarse, amar a su pareja y hacer todo lo que este le pidiera sin emitir quejas, porque era una omega, y ese era su único deber.
Pavel era el alfa indicado según lo que sus padres querían para Mali, y además, ella llevaba un par de años enamorada del chico. Se conocían desde cachorros y tenían algunas actividades compartidas como danza, pintura y canto. Sin embargo, él no la recordaba con tanta claridad. Tal vez porque era muy distraído o por la simple razón que parecía huir de los omegas desde siempre.
—Phi, ¿puedo venir mañana otra vez? ¿Puedo? ¿si?~~
—Mali, no seas caprichosa—soltó un largo suspiro, dejando a la menor bajar primero por la escalera de mármol—. Te veré la próxima semana. ¿Bien?
Llegaron al primer piso con una diferencia de pocos segundos, y la chica aprovechó eso para girar sobre sus pies y chocar “accidentalmente” con el heredero de la mansión. Mali abultó los labios en cuanto Pavel se alejó y pasó de ella como si nada.
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❝ 𝗔𝗹𝗳𝗮 𝗔𝗺𝗮𝗽𝗼𝗹𝗮 ❞ | PoohPavel ᵒˢ
FanfictionNaret Pavel está a punto de casarse con una omega que sus padres eligieron por conveniencia dineral. No la ama, no la quiere cerca, y por sobre todo, detesta su aroma dulce. Él odia todos los aromas fuertes. Krittin Pooh, es solo un simple alfa jard...