capitulo 1

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—DALE, EMMA PEGALE, DESTRULLELA ...

Estaba con un chica abajo tratando de escapar de mi y yo dando golpes con todas las ganas del mundo, no era la primera pelea en la que me metía en una pelea,  pero no voy a negar que siempre ganaba

Todos estaban en un circulo y haciendo ruido y gritando lo más fuerte posible, no se pero eso siempre ayudaba a qué me entraran más ganas de darle más duro hasta sacarle sangre.

Está a punto de darle el último golpe para dejarle bien claro que conmigo no se metiera cuando una voz que reconocía muy bien me llamo desde lo lejos. Iba caminado con una furia a millon con su cabello perfecto y cara hermosa, la directora Yaneth.

—¡Pero que es lo que está pasando aquí!— me miraba con una cara de cansancio y de molestia— Emma tu otra vez metiéndote en problemas, levantense y síganme a la dirección, llamaré a sus padres, ¡RAPIDO!...
No dude ni un minuto y ya estaba parada para ir detrás de la directora, pero antes de empezar a caminar, le dije a la que molie a golpes en el oído:

—Para la próxima será peor...

Ella solo me miró con una cara de orror y miedo. Y empecé a caminar con un angelito aunque sabía que no pintaba para nada serlo. Me daba satisfacción y risa ver que las personas me tuvieran miedo, nunca sentía arrepentimiento de lo que hacía, no era mi culpa que alteraran mi poca paciencia. Llegamos a la dirección y esperamos a que nuestros padres llegaran para dar la charla de todo el tiempo y una suspensión de tres o cuatro días nada malo. Unos minutos después, visualice la cara de mi madre que no se veía nada feliz y me miraba con sus ojos color miel que daban miedo, preferiría estar con Anabelle la muñeca, a estar mirando esa cara de molestia de mi madre, transmitía miedo y terror a la vez su furia estaba al cien mil por ciento, y sabía que no era bada bueno, me quitaria el telefono mi computadora, no dejaria salir y me castigaría por como unos diez años. Y aún así yo decía "nada malo" esa muj...

—Señorita  Emma, ¿me está usted oyendo?— la directora me miraba en busca de una respuesta.
—Oh, claro que sí directora Yaneth, completamente, ahora...— me le acerqué más y le dije casi en la cara— ya nos podremos ir, es que mi madre me va a matar y no pienso dejar morir de hambre a mi per...—no terminé de decir algo por qué mi madre me había interrumpido:
—Emma, podrías dejar las ridiculeces y ser más madura?— hizo uno pausa y me miró, estaba sumamente extremadamente molesta y daba más miedo de lo común —hazme el favor, coje tus cosas, disculpa a tu compañera y te despides de la directora, AHORA...
No dije nada y obedecí, primero tomé mis cosas, despedí a la directora y solo me faltaba una sola cosa, disculparme con mi nuevo saco de peleas. ¡Dios!, ¿había algo más grande que mi orgullo?

No, definitivamente tú orgullo es más grande que todo los que existe entre la faz de la tierra...

—Mamá enserio tengo que disculparme, es que ella se lo mere...
—No te voy hablar dos veces.
—Ya está bien, está bien—dirige mi mirada hacia la chica de cabello rizos y cara toda rasguñada y le dije—Lo... Yo, yo lo... ¡Ay!, lo siento mucho, discúlpame.

No esperé a que me respondiera cuando ya estaba fuera de la dirección, caminando tan rápido para llegar al auto de mi madre, peeeroo... Ella me jaló del brazo antes de subirme.

—Espero que tengas una buena explicación para no castigarte por el resto de tu vida.

Me soltó y me indico que me sentará en la parte de atrás, y yo como era muy obediente le hice caso sin más decir.

De regreso a casa fue como lo habitual, solo la radio haciendo ruido, no hablamos en todo el camino ni nos miramos. Bajé del auto y me fui a caminar para "despejar" la mente. Es lo que me a dicho las personas, supongo que en eso tenían un poco de razón.

Último Atardecer Donde viven las historias. Descúbrelo ahora