Escenarios ◾ Jujutsu Kaisen

•Hiromi Higuruma

Con cambios
Inspirada en el manga Veil

Hiromi Higuruma
32 años, abogado fiscal y defensor
Le gusta el tabaco suave
Odia a los injustos
Y trabajo duro para llegar donde esta actualmente.

Yumeko Ishtar
27 años, hija única
Le gusta los mochis dulces de fresa
Odia a los amargados
Nació en cuna de oro.

A pesar de todo, el pelinegro caminaba con todo el cansancio del mundo. Llevaba su maleta en su mano y en la otra una bebida algo energética, un café en especifico; ya había pasado mas de una hora donde salio de casa para ir a trabajar, no tenia mucho que hacer pero tendría que llegar al menos, para marcar su turno.

Solo deseaba irse lejos, dejar de trabajar y ser un hombre libre para por lo mínimo un día de descanso... Pero en esta ciudad era imposible, siempre hay un caso nuevo que resolver y luego otro, y otro y otro, sucesivamente no pasaba de su puesto... De su casa al trabajo, del trabajo a casa y si tiene suerte, del trabajo a la corte y luego a casa.

Ya estaba apunto de llegar, cuando tropieza fuertemente cayendo al suelo y tirando su cafe. Maldijo a cualquiera que viniera de su mente y se sentó en una escalera mirando su zapato negro, quien ahora estaba manchado de lodo y agua sucia. Gruñó buscando como limpiarlo, pues se había tropezado por una cloaca abierta.

- ¿¡Esto es una broma!?... - Se enojo mas cuando no encontró un pañuelo.

De todas las cosas en su maletín, ni un pañuelo puede tener. Solo papeles y papeles frustrantes de sus casos resueltos y actuales, por lo que frunció el ceño cerrando su maletín.

- Toma... - Dijo una voz femenina.

Los ojos de Hiromi se abrieron, pues un pañuelo blanco estaba frente a el. Levanto la mirada notando una sonrisa femenina y una pequeña figura. El masculino tomo el pañuelo limpiando sus zapatos, después a los segundos se levanto mirando a la mujer quien solo le miraba sonriente.

- Perdona por ensuciar tu pañuelo - Dijo doblando el pañuelo.

- No hay de que... - La mujer sonrió - Puedes quedartelo, tengo muchas otras en mi bolso.

El rostro de Hiromi se sorprendió, pues la sonrisa de la mujer era pacifica, tranquila e incluso tan serena que parecía una muñeca. No negaba decir que era la mujer mas bella que había visto, se quedo callado mirando a todos lados sin saber que decir.

- Soy Yumeko Ishtar, ¿Eres abogado? - Pregunto casual.

Ya ni sabia como reaccionar, Hiromi solo quedo en silencio. Había muchas probabilidades de que ella supiera de que trabaja, estaba vestido de traje... El podría ser corredor de bolsa, empresario, piloto o incluso un maestro, ¿Como demonios supo que era abogado?

- ¿Como lo sabes? - Pregunta guardando el pañuelo.

- Intuición, además... Te mirabas frustrado por limpiar tus zapatos, y tus ojeras llaman mi atención. No creo que las leyes no te dejen así, esas son cosas pesadas - Responde - ¿Como te llamas?

- Quedo en silencio por unos segundos - Hiromi... Hiromi Higuruma..

La chica sonrió e hizo una reverencia, pues ya se iba a retirar... Pero Hiromi la tomo del brazo evitando que caminara, y se llevo una mirada confusa de Yumeko.

- ¿Que... Que haces sola en este lugar? - Ni siquiera sabe porque pregunto.

- Bueno... Estoy buscando trabajo... Y una cafeteria para tomar un poco de café - Responde.

¿Trabajo? Pensó Hiromi, se miraba muy pequeña para sus ojos.

- ¿Y cuantos años tienes? - La mujer le miro y puso su cabeza a un lado como cachorro - ¿No estas muy joven para buscar trabajo? Pareces una niña...

- No soy una niña... Tengo 27 años... - Sonrió.

El abogado susurro un ya veo, por lo que soltó su agarre y suspiro... Tenia una idea para esa mujer.

...

Yumeko salio del cuarto, donde mostraba a Hiromi su traje que el compro después de ese encuentro en las escaleras. El pelinegro solo aspiro su cigarro notando los movimientos leves de la mujer, quien solo tenia una sonrisa en el rostro por el traje negro y rojo.

- Te queda bien... - Comenta Hiromi y Yumeko ríe.

- Me gusta mucho... ¿Porque estas sentado? - El varón se levanto de su asiento - Voy a esperar la llamada... Puedes ir a descansar...

- He estado esperando dos horas... Y dudo que las otras dos horas siguientes no llamaran... - Apago el cigarro.

Entonces Yumeko se sentó en la silla donde estaba Hiromi, por lo que solo sonrió.

- Entonces, voy a descansar unos minutos... Mientras espero tu llamada - Hiromi se quito la chaqueta.

En los hombros femeninos recibieron la calidez de la ropa masculina del abogado, y solo la acomodo tranquilamente sin decir nada.

- ¿Y porque no tomas un descanso en el sofá? - Pregunta - Te va a doler el cuello y la espalda por estar aquí.

- La verdad, no me importa... - Sonrió - El sonido del telefono me puede levantar de mi descanso... - El abogado solo quedo en silencio.

El masculino suspiro al verla, pues se veía tan tranquila en su asiento que no podía molestarla. Le dio un beso en la frente y se fue retirando de su oficina, dejándola descansar.