O3: Centelleante cena real.

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«Chan no es agradable enojado»

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«Chan no es agradable enojado».

Las palabras que Minhee, advertidamente pronunció hacía dos días, resonaron en la cabeza del joven príncipe. Y tenía razón, se lo daba. El futuro monarca lucía todo menos agradable estando enojado.

Dirigió una mirada de soslayo al hombre que yacía tensamente a su lado derecho. Su cuerpo se encontraba enfundado en un oscuro y apretado traje, hecho a la medida de tal forma que, fácilmente podía apreciarse el tamaño de sus fuertes brazos y la rigidez en ellos. Su mirada ascendió, su filosa y ligeramente rectangular mandíbula se mantenía apretada, haciendo a la misma resaltar. Prominente. Subiendo un poco más, pudo notar que, su pétreo e ilegible rostro estaba crispado, tirante.

Se estaba conteniendo. Felix sonrió, complacido.

Y no había requerido de mucho para hacer que su "perfecto" prometido terminara de esa forma. Simplemente necesitó de unas casuales y certeras intervenciones a la conversación que se estaba llevando en el amplio salón de la Casa Real.

Y vamos, cuando su madre le informó que la reina los había invitado a cenar, Felix se encontró muy dispuesto a replicar como a declinar la oferta. Primeramente porque no quería ver al futuro monarca. Segundo, aún estaba enojado con éste.

Además, nunca antes habían sido invitados para cenar. No de manera casual y sin fines políticos en el medio. Como si sólo fuera una amena reunión entre dos familias que celebraban el compromiso de sus respectivos hijos entre sí. Ignorando que llevaba existiendo hace años. Se podría decir que en teoría eso era pero, no se sentía de dicha forma. En lo absoluto.

Vamos, que su compromiso había sido anunciado en las familias hacía cuatro años y oficializado a los medios hacía tres. Actualmente, era una molestia innecesaria por parte de la reina.

Sacudió su cabeza y a pesar de los motivos que atravesaron su mente, válidos todos como para no ir. La simple idea de fastidiar al príncipe heredero, precavidamente ante sus padres, los reyes. Fue suficiente como para aceptar.

Y allí estaba, sentado en una mesa amplia, cuidadosamente ordenada mientras cenaba y esperaba los momentos oportunos para soltar sus "inocentes" comentarios y fastidiar al hombre a su derecha.

Alzó sus ojos y le dirigió una mirada a Minhee, sentada frente a él y con la mirada entornada. Desaprobando su actitud. «No lo provoques», gesticuló con sus delgados labios. Lenta y concisa.

El pequeño príncipe sonrió, divertido. Por supuesto que la contraria frente a él lo notaria, si bien estaba siendo lo más cauto posible con sus sañosas palabras, Minhee lo conocía y asimismo, conocía lo poco armoniosa y cortés que su relación era con el príncipe heredero.

Tarareó para sí y se dedicó a comer de su jugosa carne en el plato, le daría un respiro al hombre simplemente porque la conversación había girado entorno a política exterior. De lo que él no tenía idea y tampoco le interesaba tenerla.

Real engagement ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora