O5: Tú me elegiste.

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-¡SIGO PENSANDO QUE NO ES BUENA IDEA!

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-¡SIGO PENSANDO QUE NO ES BUENA IDEA!

Felix se sobresaltó ante el repentino grito de su amiga a su lado. Frunció sus finos labios y con su arrugado ceño, volteó su rostro y le dirigió una plana mirada cargada de interrogantes.

-¡Lo siento!- exclamó en un elevado tono pero sin llegar a ser un grito como el anterior proporcionado. El más bajo sacudió su mano, indiferente-. ¡Realmente creo que no es una buena idea!

-¡Es sólo por compromiso!- replicó con simple desinterés.

Minhee arrugó sus labios y resopló, aunque apenas fue audible para ella misma. La música era demasiada alta para su propio gusto y eso que, contradictorio a lo que su propia madre le había enseñado del disfrute moderado de una buena y pacífica canción. Ella gustaba de canciones enérgicas y cargadas de vibrantes sonidos explotando furiosamente en sus oídos. Pero la música de aquel lugar ya era exageradamente alta y molesta.

-¡Pero...!

-¡¿Por qué te preocupa tanto?!- inquirió el joven príncipe tras suspirar, viendo con más interés a su mayor-. ¡Es sólo un compromiso!- insistió con marcada convicción-. ¡Si no tuviéramos lazos con su padre no estaríamos aquí! ¡Tranquila!- agregó al notar las intenciones de la alta por replicar.

-¡Nosotros no tenemos lazos con él!- objetó con ligera seques, viendo el lugar en el que estaban con palpable censura-. ¡Ni siquiera lo conocemos!

Felix rodó sus ojos, ¿cuál era el problema?. El mayor de los tres hijos del ministro de economía estadounidense los había invitado a una privada y sofisticada fiesta de cumpleaños, el celebrado era su hermano más pequeño, quien cumplía veintidós años.

Es verdad que él hubiera preferido que la dichosa y malditamente animada celebración se hiciera en un lugar mucho más reservado que un pub extravagante y supuestamente exclusivo. Por ejemplo; la residencia donde la familia se quedaba por el momento no estaría mal, en un salón de un hotel de confianza sería bastante bueno también o en una residencia alejada del escrutinio público. Eso habría estado excelente, pero el celebrado eligió un pub y allí es donde estaban.

Además, sólo habían asistido por mera cordialidad. Como había dicho, sus respectivas reinas tenían lazos políticos con Estados Unidos y su ministro de economía había viajado en representación de su país. Si él y sus hijos todavía no se habían marchado, significaba que los asuntos que en primer lugar lo habían hecho viajar a Corea, aún no conseguían consolidarse o solucionarse. Si es que debía solucionarse algo, claro. Pero de eso él no tenía idea alguna. No le correspondía saber tampoco.

Aún así insistía, estaban allí por cordialidad y porque básicamente, era su obligación asistir a compromisos importantes o significativos cuando las actuales monarcas no lo hacían por algún motivo en particular. Aunque siendo honesto, si comparaba este actual compromiso con anteriores, ni siquiera podía calificarlo como relevante o de urgente atención. Su nivel de prioridad era bastante baja, sinceramente. Pero ese no era el punto. Un compromiso era un compromiso.

Real engagement ♡ chanlixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora