The heavens and the embers

- ̗̀❏ ::11. Go easy on me, baby

El ambiente era tenso y demasiado incómodo, no importaba cuánto intentaran mantenerse neutrales. Carlos no dejaba de mirar a Pato, que no se acobardaba y le sostenía la mirada sin miedo.

Tal vez las cosas entre ellos no estarían así de tensas/incómodas, si Lando no estuviera justo a un lado del mexicano acaparando casi toda su atención, en otras circunstancias a Carlos no le hubiera molestado, sin embargo, le irritaba que Lando estuviera pasando de él como si no existiera mientras que a Patricio no dejaba de mirarlo, bromear, hasta ir a cenar juntos... Era como si lo único que existiera para Lando fuera Pato, todo giraba en torno a él y eso lo irritaba más de lo que reconocía.

Fernando se aclaró la garganta cuando se puso junto a su compatriota, Carlos arrugó la nariz en disgusto. Después de haber decidido confrontar a Pato después del Gran Premio de México, las cosas se salieron de control demasiado rápido, la hostilidad entre ambos fue en aumento cuando el mexicano se puso como barrera para que no pudiera llegar a Lando. El piloto Español perdió los estribos de inmediato y lo empujó, pero antes de que algo más pasara, un par de manos lo empujaron hacia atrás.

"Basta" había dicho Fernando con tono serio "Vosotros dos, no montéis un espectáculo"

Antes de que alguno pudiera negarse, Fernando volvió a hablar.

"Simplemente van a probar el punto de la FIA. ¿Queréis que echen a todos los omegas por su culpa? Vosotros perdéis los estribos y Lando va a pagarlo, ¿Eso queréis?"

No, Carlos no quería eso, él solo quería acercarse a Lando y disculparse. Intentar arreglar las cosas.

—Esto no se trata de tu orgullo herido —susurró Fernando para evitar que los demás escucharan, aunque solo unos pocos lograrían entenderlo —, ¿No entiendes la gravedad? Atacaron a Horner, esto ya no se trata de desprestigiar a los pilotos, esto es personal contra todos los omegas.

Sabía que tenía razón, pero no podía evitarlo, algo dentro de él estaba furioso y tenía muchas ganas de golpear al alfa bajito que estaba muy cerca de su omega.

La inquietud iba en incremento en su interior, estaba a nada de irse contra Pato ignorando la conversación anterior con Fernando hasta que dos pares de manos se plantaron en sus hombros de forma dolorosa, ejerciendo más presión de la necesaria. Carlos parpadeó sorprendido volviendo en sí, sus ojos viajaron de Charles a Max, que lo miraban con los labios apretados.

—¿Qué les pasa? —no obtuvo una respuesta, en su lugar fue jalado en dirección contraria a donde se encontraban, pese a lo mucho que intentó resistirse.

Los otros dos alfas lo hicieron entrar en una sala vacía y pusieron el seguro para no ser molestados. Carlos bufó molesto dejándose caer en una de las sillas, dispuesto a ignorar a los otros dos.

—¿Qué te pasa? —inquirió Charles cruzando los brazos sobre el pecho, fue en ese momento que Carlos notó lo tenso que los otros dos se encontraban, parecían estar luchando contra algo.

—Ustedes son los que me sacaron de golpe. ¿Qué les pasa a ustedes?

Max arrugó la nariz e hizo una mueca.

—Casi nos haces perder el control —murmuró el neerlandés como si estuviera hablando del clima —, tu molestia era irritante pero soportable, pero hoy...

—Hoy estas fuera de control —interrumpió Charles —, ¿olvidas que tenemos un lazo, idiota? Funciona muy diferente, no es como los otros lazos, somos tres alfas y tu furia casi nos hace estallar a todos.

Carlos abrió y cerró la boca un par de veces, al final decidió quedarse en silencio porque no tenía algo que decir. Los lazos que llegaba a tener con otros alfas nunca se habían sentido tan intensos porque había un balance ahí, un conector neutro que mantenía a todos a raya, sin embargo, ahora era diferente. Era consciente de las emociones de Charles y Max como si fueran propias, las vivía en primera persona, incluso si no era algo en lo que estuviera de acuerdo.