Hostis Amare【myg+pjm】

【07】

Las grandes patas que rastrillaban la tierra húmeda producto de la lluvia que hace escasos minutos había comenzado, junto a los desgarradores alaridos que las criaturas detrás de ellos emitían, le daban a su huida un escenario catastrófico donde tres lobos de empapado pelaje intentaban correr entre la vegetación del bosque, mientras los cuatro vampiros que los acompañaban saltaban por los árboles sobre ellos, intentando hacerle cada vez más difícil la persecución a los upires, esos vampiros corrompidos que habían sido convertidos después de morir, cuando la sangre aun permanecia cálida en sus cuerpos y el veneno podía circular llegando al corazón y al cerebro. En pocas palabras, muertos vivientes.

La forma en que la piel parecía agrietarse con cada paso o golpe que daban, junto a los ojos desorbitados y de cuencas azuladas al igual que los labios y uñas, les daba una apariencia aterradora que Jimin intentaba evitar mirar.
Pero era prácticamente imposible cuando cada ciertos minutos una de esas cosas caía frente a ellos y era Yoongi en su forma animal quien lo despedazaba, tomándolo por el cuello y haciendo uso de su fuerza descomunal lo partía en dos, todo sin deja de correr en ningún momento.

Debían llegar al territorio de los lobos cuanto antes, independiente si habían sido avisados o no debían llegar, solo en ese lugar podrían pelear con todo lo que tenían, pues ese ataque, esa guerra, ya no era cosa de los vampiros únicamente, no cuando los dos hijos de Kim Namjoon habían sido heridos colocando sus vidas en riesgo. Si querían mantener la paz en el bosque que tanto amaban y que por tantos años había sido su refugio de los humanos, debían trabajar juntos.

De repente el fuerte grito que Jennie dejó escapar a unos cuantos metros por delante de ellos los alerto, viendo con horror como un upir tenía a la mestiza sujeta de una pierna mientras colgaban de las ramas de un gran árbol, siendo grotesca la forma en que el vampiro enterraba sus garras en la carne de la rubia causando que la sangre brotará descontroladamente, delatando sus genes mestizos.

Fue cuestión de segundos para que el gran lobo gris con su monstruosa mandíbula saltarse todo lo que la fuerza de sus patas le permitía hasta agarrar con sus largos dientes al enemigo, cayendo de espalda con este sobre él mientras intentaba zafarse del hocico del gran can, siendo inútil en el momento que este cerro su mandíbula y lo partió en dos.

Levantándose rápidamente comenzó a correr detrás de los otros dos lobos, no sin antes cerciorarse que Jennie estuviera bien, agradeciendo que su hermano llegase lo suficientemente rápido a ella para tomarla en brazos y saltar de los árboles, comenzando a correr junto a él. Con el cuerpo de la fémina entre sus brazos sería difícil saltar de árbol en árbol, por lo que por protección de ambos prefería correr lado a lado con Yoongi, de esa forma en caso de caer o de ser nuevamente atacados su hermano lo protegería, pues la sangre de la vampiresa pareció causar un estado de extasis en los upires.

Y no era de extrañar, después de todo aún quedaba algo de humanidad en el cuerpo de la rubia debido a su mestizaje ubyr, lo que provocaba que aún sangrara y que esta sangre fuese extremadamente llamativa para esos chupasangre que intentaban atraparlos. Lo mismo sería si Yoongi se lastimara, la euforia en los upires aumentaría al punto que sería imposible escapar de ellos.

-¡Veo a la manada! -La voz de Taehyung sonó fuerte y clara desde las copas de los arboles, sintiéndose el alivio en cada palabra, y es que de solo ver a varios lobos corriendo hacia ellos siendo guiados por un gran lobo de pelaje negro tan oscuro como la noche, sentía que podía respirar en paz.

-¡Apartense! -El fuerte grito que se escucho por delante de ellos los alerto, viendo como Hyuna junto a un lastimado Hyojong y Minnie la menor de los tailandeses, les hacían señas.- ¡Háganse a un lado!

Sin poder pensar bien se separaron dejando camino libre al grupo de casi veinte lobos que corrían con un claro objetivo en mente, despedazar a quien se les pusiera por delante, cometido al cual rápidamente Yoongi se unió al darse la vuelta y volver sobre sus pasos. Ya se encontraban en el territorio lobuno, lo cual significaba que su clan y su pareja estaban a salvo, lo que le dejaba vía libre para hacer justicia por la muerte de Minjae, de las napeas, las ninfas protectoras del bosque, y de su madre.