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~Seoki.~

Tres mensajes no leídos.

¿Ya llegaron?
- 7:45pm

Si te fastidia dime.
- 7:46pm

Iré por ti y le diremos a la
señora Kim que tenemos algo importante que hacer. Jajaja,
aunque en realidad te traeré a
casa a jugar Playstation.
- 7:46pm

Aún no llegan
- 7:48pm

Espero que esta vez no
venga el idiota.
- 7:48pm

Hagamos changuitos para
que así sea.
- 7:50pm

Ah, y no olvides guardarme
Postre, o serás hombre muerto.
- 7:51pm

Si si, tranquilo, guardaré un
poco para ti.
- 7:52pm

El timbre de la casa fue tocado, el ruido resonó por toda la planta principal dando a conocer que habían llegado las visitas.

Taehyung, cielo. Abre la puerta.- Mandó su madre desde la cocina.

Dejó caer el celular a un lado en el mueble levantándose de mala gana.
Al abrir la puerta, lo primero que vió fue a su tía, con una gran sonrisa.
Se abalanzó sobre él asfixiandole en un fuerte abrazo.

¿Cómo está mi pequeño Tae?

Tía Mianye- Habló apenas- no puedo... respirar.

Oh, lo siento.- Lo liberó- Fué la emoción de verte después de tanto tiempo. Has crecido mucho.

Le alegraba ver a su tía favorita... lo que no le agradaba era la compañía.
Detrás de ella se encontraba su tío político, un hombre que le es más fácil de tolerar que a su retoño.

¿El retoño? Estaba junto a él, con auriculares y un aire de <<Me importa una mierda todo>>

Hola, Taehyung. Es un gusto verte de nuevo. -Le saludó.

Si, como no, pensó el más joven.
Le dió una pequeña y falsa sonrisa de labios cerrados. Pura cortesía al estilo Taehyung.

Se movió de la puerta dándoles el paso.
Todos entraron a la casa. El pelinegro caminó tras ellos con una velocidad al estilo caracol.

La señora Kim apareció por la entrada a la cocina con un pañuelo en las manos y Yianha caminando de su lado.
Hermana. ¿Cómo estás?

Bastaron solo dos segundos para verlas unidas en un abrazo.

Muy bien, feliz de verlos.- Miró a la niña y sus ojos se agrandaron.- ¡Yia yia! - le tomó en brazos- Mi pequeña.

Tía Ye, ya no soy pequeña.- Se removió entre los brazos de la mayor.

La mezcla de varias risas resonó por la planta principal.

Eunhyuk. ¿Cómo estás?
Se saludaron entre si.
Jungkook está muy alto, y guapo.

Oh, si.- Palmeó la espalda del muchacho.- Saluda.

Hola.- A secas.

Su padre le miró mal.
¿Qué es esa forma de saludar?

Ay, déjalo. Está en la edad de la punzada. ¿No? Taehyung.

El nombrado giró los ojos en un acto de intolerancia.

Vamos a sentarnos, Minsu ya está por llegar de la clínica.

Sentados en la sala conversaban de sus tiempos de juventud y amistad. De sus veranos aquí y de como se conocieron. Al parecer creían que los estábamos escuchando, claro, Yianha si lo hacía, pero el par de adolescentes no.

La puerta principal se oyó, mostrándose poco después el señor Kim.
Llevaba su maletín en mano. Lo colocó sobre una pequeña mesa esquinera en la entrada.

Volvieron a repetir la escena del saludo que a Taehyung tanto le aburría.

El idiota, estaba frente a él a menos de dos metros, sumido en su celular. Levantaba la comisura de los labios por periodos muy cortos.

(Debe estar hablando con su novia) Pensó Taehyung. Ash, era fastidioso tan solo prestarle atención (¿Que me importa a mí?) complementó.

Sin ganas se dirigió junto a los demás al comedor. Su simple presencia le hacia querer salir corriendo de ahí.
Sin terminar aún se levantó, con las intenciones de no dar explicaciones. Más sus planes fueron arruinados cuando habló su madre.

Taehyung, ¿Dónde vas?- Habló con todo de Ni siquiera lo pienses. Ya se había escapado de cenas anteriores, por lo que lo vigilaba.

Se detuvo en seco.- Al baño.- Dijo dándoles la espalda. Retomando sus pasos en menos de un segundo.



EN EL BOSQUE.《𝗞𝗼𝗼𝗸𝗩》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora