ヰ¹

2 5 0
                                    

El atardecer se encuentra en su punto más alto, hermoso y majestuoso, iluminando todo el reino con el tono característico que le envolvía, su luz filtrándose entre las finas cortinas de terciopelo que adornan aquel enorme y lujoso salón, mismo que...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El atardecer se encuentra en su punto más alto, hermoso y majestuoso, iluminando todo el reino con el tono característico que le envolvía, su luz filtrándose entre las finas cortinas de terciopelo que adornan aquel enorme y lujoso salón, mismo que se regocija en el festejo tan esperado por múltiples omegas, alfas y betas de todos los reinos; la elección para formar parte del harem del Rey imperial.

En el centro de la multitud expectante se encuentran los candidatos y candidatas a ser elegidos, danzando con gracia y elegancia al ritmo de la música, anhelando poder cautivar al emperador con sus movimientos. Entre todos ellos destaca un hermoso omega que, vestido entre sedas y diamantes, fluye con sensualidad y delicadeza en armonía con la melodía suave pero voluptuosa que resuena en el lugar, mientras los demás bailarines le acompañaban con su propio encanto y destreza.

Era un omega hermoso de finas y delicadas facciones, con un cuerpo grácil y etéreo que con sus movimientos mantiene cautivado a más de uno, siendo la envidia de muchos. Su cabello en brillantes rizos dorados cae juguetón en su frente y se escurre como miel sobre sus hombros, resaltando su mirada seductora y su belleza sublime.

En un arrebato de valentía y desafiando las ordenes, él alza la mirada hasta conectar con la fría y calculadora del gran monarca, observando por sobre sus largas pestañas el rostro afilado y apuesto de su emperador, provocando una ola de felicidad en su lobo ante aquel simple contacto. Su mirada se mantiene fija en el Alfa mientras sincroniza el movimiento adictivo de sus caderas con la danza grácil de sus manos, entregándose por completo al baile, con cada paso reflejando su alma, revelando con ellos emociones que no podían ser expresadas con palabras.

Cada giro y cada gesto realizado siendo una invitación directa y desvergonzada hacia el emperador en busca de que se deleitara con su belleza y talento, sonriendo victorioso al percatarse de la no tan predecible sonrisa en los labios del alfa.

Después de un movimiento preciso y apasionado la música llega a su fin, e inmediatamente todos los candidatos se alinean con la cabeza inclinada en reverencia a su soberano en espera de la elección del alfa bajo el silencio impaciente de la multitud, mientras el rey observa a cada uno desde el trono, su rostro impasible revelando poco de sus pensamientos.

A su alrededor los miembros del harem contemplan todo en silencio, algunos con envidia y otros con simpatía, pues eran consientes que la vida en el harem del emperador era el sueño anhelado de muchos, pero también un destino del que pocos salían indemnes.

Después de segundos que se sintieron como una eternidad, el alfa se levanta de su trono con tranquilidad, su capa oscura ondeando imponente a su alrededor mientras se acerca al omega de cabellos rubios, deteniéndose a escasos centímetros de él.

Con la mirada expectante de los demás atentos a sus acciones e ignorando las caras llenas de desilusión de los demás candidatos, toma con suavidad el mentón del omega y le obliga a alzar la mirada, una chispa satisfecha se refleja en sus ojos al encontrarse nuevamente con la mirada cautivadora pero inocente del omega.

—¿Cómo te llamas? —pregunta, su voz grave y profunda estremeciendo el cuerpo ajeno.

—Kim Taehyung, su majestad.

El alfa asiente con aprobación, como si estuviera evaluando su comportamiento, extendiendo su mano enguantada para acunar una de las mejillas regordetas del omega, dejando una sutil caricia sobre su piel.

—Taehyung —aquel nombre sale en un murmulló de su boca, logrando provocar un jadeo complacido en el omega. Él sonríe al escucharlo, acercándose más al rubio, sorprendiendo a los demás ante la repentina cercanía— Eres bienvenido a mi palacio y harem. Aquí seras tratado con el cuidado y respeto que como omega te mereces, pero depende de ti conservarlo —le explica, acariciando su rubio cabello en el proceso, ignorando el revuelo que causa con esa simple acción—. Pero recuerda que en este lugar la lealtad es tan frágil como la seda que envuelve tu cuerpo y el peligro asecha en cada sombra, sin embargo, si logras ganarte mi estima, serás merecedor de mi protección directa y nadie podrá tocarte ni un solo cabello —susurra en su oído, suspirando al sentir el ligero aroma del omega; Jazmín y miel.

Taehyung asiente casi quejándose al sentir el tacto del alfa fuera de su alcance, pero su disgusto no dura mucho tiempo, pues el emperador toma una de sus manos segundos después, colocando en su dedo anular un hermoso anillo de oro rosado con un sutil pero llamativo diamante en forma de corazón, besando el torso de su mano al hacerlo.

Una ola de jadeos consternados se alza entre la multitud al ver como le era colocado aquel anillo al omega, pues si bien era costumbre que el Rey le obsequiara una joya a sus nuevos concubinos y concubinas, a ninguno se le había sido entregado algo hecho por el mismo emperador, y ese anillo era una de sus más conocidas creaciones.

Un anillo que fue creado por las pequeñas y regordetas manos de un príncipe junto a su madre; un anillo con un significado oculto.

El omega sintió su corazón acelerarse ante la entrega de aquel anillo, consciente del delicado equilibrio en el que ahora se encontraba. Su destino está en manos del emperador desde ese instante, y se prepara mentalmente para navegar por el mar lleno de intrigas y peligros que conformaban el harem, dispuesto a usar sus habilidades para determinar su supervivencia en aquel imperio.

—Disfruta de la fiesta, omega, eres la estrella esta noche —le despide con una última caricia en su rostro.

—Muchas gracias, su majestad.

Con una reverencia, Taehyung se aleja, sintiendo la mirada del alfa sobre él mientras se pierde entre la gente. Desde ese momento, el verdadero desafío empieza, y sabe que para poder salir ileso en aquel mundo lleno de peligros y tentaciones debía ganarse un lugar en el corazón del emperador.

Y al toparse con la mirada recelosa y desafiante de una Alfa que permanece rodeada de todos los integrantes del harem con un niño en brazos, supo que las cosas serian complicadas para él, pero estaba listo para enfrentar cualquier complicación con valentía. No podía ser tan malo ¿verdad?

 No podía ser tan malo ¿verdad?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

  ヰᵖ ᵉ ᵃ ᶜ ʰ ᵃ ᵏ ᵉ⤷𔘓

Omega de Luna  ⤷ KooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora