Capitulo 18

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Greta

Los días pasaron rápidamente. Las salidas con Alessia simplemente mejoraban y la duda sobre qué somos crecía en mi interior, al igual que las palabras en el borrador de mi libro, ya había escrito los primeros capítulos pero la gran revelación de mi ser vendría hacía el final.

El timbre del departamento sonó y terminé de guardar cosas en mi mochila. El vestido negro a juego con las sandalias Yves Saint Laurent de cuero era perfecto para el cumpleaños de Alessia, el cual sería en unas horas en la casa de los nonnos, algo sencillo pero no por ello vulgar.

Preparamos una tarde de bocadillos y cerámica para 15 personas en honor a la cumpleañera. Una tarde para divertirse moldeando en arcilla lo que los invitados quisieran. Hoy conocería a la mayoría de las personas de la vida de Alessia y eso me tenía expectante.

Al abrir la puerta encontré un ramo de margaritas justo frente a mi y detrás la melena cobriza de Alessia. Me abalance y ella me tomó en sus brazos. La llene de besitos en la cara mientras le hablaba.

-¡Feliz cumpleaños!

-Gracias, Principessa.

Tomé a Alessia de sus manos aún sosteniendo el ramo entre ellas y tiré suavemente para que pasara. Una vez dentro del departamento la observé, llevaba un enterito corto color vino de infarto. -Estas hermosa.- mascullé.

-Sisi, las flores están hermosas. Espera ¿Cómo dijiste?- bromeó.

Me acerque lentamente.

-Dije. Alessia Vitale. que. estás. Bellísima.

Alessia me tomo por la cintura con uno de sus brazos y me acercó para darme un largo beso.

-Por suerte no me puse labial.-dije cuando me soltó.

-No pero ahora te compartí del mío, vainillita.

La miré con cara de fastidio falso. Alessia tendió las margaritas hacia mi.

-¿Por qué yo recibo flores cuando la cumpleañera eres tú?

-Porque mi mejor regalo es verte feliz.

Tomé las flores y me dirigí hacia uno de los cajones de la cómoda de la entrada.

-Eres una romántica sin causa ¿Lo sabes?

-Lo se.

Abrí el cajón y saque una caja roja que le entregué en sus manos.

-¿Sabias que no existe ninguna tienda Cartier en toda Verona? ¿Y te parece que la más cercana con tu regalo perfecto este en Suecia?

Alessia me miró como si lo que le estuviera diciendo fuera de otro planeta. Volví a hablar.

-¡Anda abrelo!

Sin decir ni una palabra Alessia abrió la caja de letras doradas para hallarse un collar Cartier Destinée esmeralda de color verde. Su cara de sorpresa era evidente.

-Greta, esto es...

-Tu regalo.

-No..

-¡Cartier!

-¡No! Greta, no puedo aceptarlo.

-¿Por qué no? ¿No te gusta?

-No es eso, es solo que me parece demasiado.

-No es demasiado, es lo mínimo que puedo regalarte.-Alessia se me quedo mirando con cara preocupada y yo me le acerque para mirarla a los ojos.- Oye, quiero regalártelo. Si no te gusta y quieres cambiarlo está bien pero me encantó para tí y si no lo aceptas me sentiré mal.

Todo lo que no sabía de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora