Mi corazón sonaba contra mis costillas, como queriendo escapar y lanzarse hacía ella.
-Me imagino que vas a la biblioteca, a empezar el trabajo que propuse hoy.- Me mira esperando una respuesta.
-Supongo que si.- conteste sin mirarla. Estoy definitivamente nerviosa.
Terminó de gurdar carpetas y hojas sueltas en su morral y caminamos en silencio atravesando el bullicioso pasillo hasta la biblioteca, mi lugar favorito en la escuela. El unico que me gustaba, en realidad.
-Lo mejor de esta escuela es la biblioteca- soltó ella- Llena de buenos libros e inundada en silencio, ¡me encanta!.- Sonreía como si estuviese hablando del lugar mas feliz del mundo. Podría verla sonreir para siempre.
-Sí. -Alcanzo a decir, mis nervios me ganan siempre.- A mi también me gusta.
Damos vuelta por otro pasillo y subimos la escalera. Tres pasos más adelante esta la gran puerta de caoba que veo a diario, decido abrirle la puerta, y que ella entre primero. Creo que las dos pensamos lo mismo, chocamos en nuestro intento de ser amable con la otra.
-Insisto, adelante.- Hace un gesto con la mano como invitandome a pasar.
-Las damas primero.- digo antes de pensar, ella sorie y pasa. Haber dicho eso me puso mas nerviosa, diablos.
La voy siguiendo, no de forma acosadora, solo camino detrás de ella pero creó que lo nota y dijo, sin darse vuelta.
-Me dirijo a la parte de mitología, si es que te interesa.
Ya sabe a la perfección sobre que va a ser mi trabajo, nose si soy muy predecible o que. Ella me lee como un libro.Nos "conocimos" el año pasado, mi primer año en esta escuela. En lo que voy de la secundaria, esta es mi cuarta escuela. No me adapto muy fácil, pero cuando llegué a esta fue diferente, pues la vi y me enamoré. De la forma más cursi que podría existir. No me importaban las demás personas, ni las las demás materias (que hasta ahora odio) solo queria verla. Sino llegará siempre tarde, seguro tendría asistencia perfecta, adoro verla incluso si jamás me corresponderá. Y se muy bien que jamás va a pasar nada, pero, le tengo una fé ciega al destino.
Me pierdo en recuerdos, cuando la bibliotecaria me toca el hombro y me despierta.
-Señorita, es usted muy despistada. Estuvo minutos parada, el recreo terminó, vuelva a su salón.
Ni siquiera la mira, noto enseguida que la Profe Rage no esta, al igual que el par de alumnos que andaban por acá.
-Pero que idiota.- me dije en voz alta.- Adiós y gracias.
Me apuro en salir de la biblioteca, tengo dos clases mas antes de volver a casa.
Iba caminado por los pasillos y maldiciendo, soy tan estúpida. Para cuando llegó al curso, el profe esta en plena clase.
-Mas le vale que tenga una razón Cohan, ya es tarde para recién estar ingresando a la clase.- Me mira con aire de superioridad.
-Estaba en la biblioteca.- Digo y me siento, no estoy de humor, y no pienso pedir perdón por tal estupidez. No es mi día.
-No es excusa señorita, y póngase al día con los deberes, no me tiembla la mano al la hora de poner las calificaciones.- Al parecer el tampoco esta de humor. Desisto.
- Bien, ya lo hago.- Me muero por decirle de todo, pero no sirve de nada.
Me paso el resto del día escuchando música y completando las carpetas, que era mas que nada ordenarlas.
Ciel me toca el hombro, y me hace señas para que me saque los auriculares.
-Mar, ¿querés hacer algo después de la escuela? Podemos comer helado, o ver una peli.- sonreía con un poco de miedo, es muy tímida.
-No gracias, tengo cosas que hacer.- Trato de devolverle una sonrisa tan linda como la suya.
-Bueno, pero me debes una juntada, al menos para hacer la tarea.
No estoy segura que la palabra "juntada" exista, sonrio y asiento, esperando que eso la convesca de que algún día eso va a pasar.Tocó el timbre de salida, por fin.
Afuera estaba esperandome mi padre, aunque no es mi papá biológico.Soy adoptada. Mis padres biológicos eran muy jovenes para hacerse cargo de un bebé asi que en vez de hacerse responsables de sus idioteces, me dejaron en un orfanato, no me acuerdo de mucho de ese lugar, Marco y Violeta (mis padres adoptivos) me sacaron de ahi cuándo tenía 2 o 3 años.
Desde el principio me hicieron saber que no eran mi familia de sangre, pero me educaron de la mejor manera, y me dieron siempre lo mejor, nunca sentí la necesidad de saber quiénes eran mis padres biológicos. Ya tenía una familia, y era todo lo que necesitaba.En el estacionamiento estaba el auto gris de papá.
-Hola Marmar, ¿como esta mi nena?.-Dijo mientras yo entraba al auto.
-Tengo hambre y sueño.
- Parece que alguien tuvo un buen día.-Dijo riendo, claro, burlándose de mi malhumor.
Arranco el auto y nos fuimos a casa, que no quedaba tan lejos pero el insistía en llevarme.Llegada a casa, me dejo llevar por mi olfato que me guía hasta la cocina, donde mamá esta haciendo un rica sopa. Le doy un beso (a mi mamá) y me siento en la mesa. Mientras almorzamos me preguntan lo de siempre, como me va en la escuela, que tal mis compañeros, que cuando voy a trae amigas a casa. Les hablo de Ciel para tranquilizarlos.
-Es mi compañera de banco, simpatiquísima y alegre- No podría sentirme mas falsa en este momento.
Después de esa charla, subo a mi habitación, por suerte antes de salir ya prepare todas mis cosas, y ordené todo. Por las tardes trabajo en una tienda de música, es el trabajo ideal. El lugar es excelente, y cabe mencionar que el dueño es nada mas ni nada menos que el Sr. Rage, padre de Lisis, Mi Amor.
Entre una cosa y la otra, se hace la hora de salir. Me visto, junto mis cosas, peleo (y pierdo) contra el peine y salgo para el local, que queda a unos 20 minutos caminando. Como 7 sanciones.
Ya a unas cuadras antes de llegar se distingue el gran cartel: Musical Muse. (Musa musical)
Ingresó, y ahi me recibe en Sr. Rage
-Marmar, llegas justo a tiempo. Tu turno empieza... ¡Ahora!- tiró papel picado sobre mi, como si se tratara de mi cumpleaños.Podrá sonar patético, pero considero a este trabajo una forma de estar cerca de ella, una excusa para hablarle, una excusa para lo que sea que siento por ella.
Casi puedo sentir que la necesito, como la mejor de las canciones tristes.
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Lisis Destruction.
Short Story"We need to be okey, I think we deserve" Citando una de mis canciones favoritas, que coincidencia que la hayas escrito vos, hermosa mia. Debería poner en práctica eso, quiero que seas feliz, incluso si no es conmigo... Decía una de las tantas cartas...