Prólogo

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Internado Wycombe Abbey
18 de febrero del 2018
3:45 de la madrugada

—¡Estás loco! —gritó la chica con las manos en la cabeza, estirándose el cabello.

—Prefiero el término "desequilibrado mental" —rió él acercándose a ella—. Soleil...

—¡No! ¡No te atrevas a dar un paso más!

Gruesas lágrimas caían sobre las mejillas de Soleil. No se había atrevido a mirarle a los ojos, esos ojos, por los cuales se había enamorado cientos de veces.

¿Por qué me ha hecho esto?, se preguntaba ella.

—¿Cómo has podido hacerme esto? —chilló haciendo notable el dolor en su voz.

Se sentía traicionada, culpable. Pero sobre todo estúpida, pensamientos como: "¿Cómo es que no me había dado cuenta? ¿Cómo he podido estar tan ciega?" revoloteaban por su mente hasta conseguir marearla.

Desde esa noche no se había sentido tan mal, tan frágil, tan inútil...

No hasta ahora.

—¿Cómo he podido confiar en ti? —susurró apretando fuertemente los ojos dejando caer dos lágrimas más de ellos.

En el rostro del chico se formó una sonrisa arrogante.

—¿No te enseñaron a no confiar en los monstruos, Soleil?

Silencio.

La chica se tensó al escuchar su nombre, pues ya no era pronunciado por los labios del chico al que tanto le había entregado, sino a un asesino.

—Eres un desgraciado —pronunció Soleil con notable odio en su voz.

—Me lo dicen mucho —él rió, como si la situación le causara gracia.

—¡Te odio! —gritó Soleil volteándose de repente y encarándolo con los nudillos blancos de tanto apretar sus manos—. Te destruiré, no pararé hasta conseguirlo.

En la cara del chico se formó una sonrisa sombría, espeluznante.

—Cariño, no puedes destruir lo que tú misma creaste.

Penitencia | Sinners #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora