Regresiones +21 [Libro#2 ] TERMINADO

Capitulo Diecisiete - Final

Habían pasado muchas cosas.

Christopher, Ethan, trabajo, mamá. Respirar asfixiaba y más cuando tenías tanta presión encima.

Perdí la cuenta de los días que habían pasado desde la última ves que ví a Ethan, desde que Christopher pasaba todos los días conmigo o desde que ya no trabajaba en ciertas cosas. Desde que mi mamá no me dirigía la palabra o mi comunicación con Emily había disminuido al cincuenta porciento.

Desde que Valeria estaba subiendo poco a poco siendo este el orgullo de mamá, desde que Erik y yo nos veíamos poco a los ojos y Andrea me sonreía con tanta simpleza, desde que cargué a Mark o compartía tiempo con mis amigos. Desde que Jake me buscaba o desde la última vez que lo había hecho con alguien ajeno a mi vida.

Pffff, que caos.

Pero entre tanta amargura, soledad, rareza, asfixia y tan poco entusiasmo sabía una cosa que en mi vida seguía firme; él.

Christopher, Christopher es firme a mi sin importar el día, la hora, la circunstancia, el clima o el fin del mundo. El es firme a mi y de cierta manera yo no puedo corresponder su firmeza, yo soy inestable y tonta. Yo soy una niña jugando a ser mujer.

Lo amaba, lo extrañé tanto tiempo en su ausencia y joder, tenerlo era hermoso, pero siempre hay algo que me frena y es que yo jamás podría corresponder de la manera en la que el espera que yo lo haga. Que yo sea suya y como acto de sumisión a él decida abandonar todo lo que significaba vivir para mí.

Que volviera a una persona que ya no existía.

Y estaba todo en orden, lo entiendo perfectamente pero quizás no era lo que yo quiero para mí vida.

Y es que es tan perfecta que aburre, tan poco arriesgada, tan monótona que jamás termino de convencerme de lo quiero.

—Amor, ya es tarde, debemos estar en el hospital en quince minutos

Bufó — No se en que momento se me hizo buena idea ser mamá

El rió y ella salió del baño con su hinchada barriga de casi nueve meses mientras secaba sus manos con una toalla lo

—Te ves guapísima embarazada, bendito sea el día en que solo usamos la protección de cristo

Dijo él para acariciar leve la barriga de su mujer, tomar dos maletas poniendolas sobre sus hombros y agarrarla de la mano para salir de la casa y dirigirse al coche.

A eso de las 7:30pm, dos horas después de llegar al lugar la mujer sentía cada vez más contracciones hasta que en un grito desesperado el bebé se aproximaba.

—¡QUE LOS LLEVE EL DIABLO, NO VEN QUE YA ESTOY PARIENDO POR DIOS!

Gritó llamando la atención del personal quien se aproximó y con una silla de ruedas la llevaron hasta la sala de partos, se sentó encima de la camilla y un minuto después entró el hombre corriendo, se acercó a ella y tomó su mano susurrando —Eres tan fuerte que de dos respiros podrá salir, ¡Puja, Puja, Puja!

Animó a lo último y la mujer lo miró asintiendo con una mirada retadora. Un esfuerzo después la cabeza estaba afuera

—¡Uaghhh! —Lloró aquel bebé

—¡Vamos mujer, falta el cuerpo, una más, una más!

—No puedo, no puedo... —Dijo ella con debilidad

—¡Si puedes, si puedes, vamos, una más! —Dijeron en coro

De un respiro, un esfuerzo y un solo dolor el bebé salió.

—Señorita quédese aquí, por favor, ¡Háblele! —Dijo la enfermera.

—¡Amor, cariño, cielo, nena, ya nació, mírala, está aquí con nosotros, somos un nosotros mi vida, por favor mírame!

—Si no puedo cuidarla, si no puedo estar, cuidala, amala y dile que mami la ama como a nadie —Dijo la mujer con debilidad.

Un pitido comenzó a ser constante —¡Señor debe salir, salga por favor, acaba de entrar en paro, SALGA!

No hubo una respuesta. Algunos enfermeros entraron tomándolo por los brazos y haciendo que caminara de para atrás llegando a la salida. El hombre no tenía reacción alguna.

Al salir y mirar los hombres que lo sostenían solo pudo caer de rodillas al piso y sollozar. — ¡Dios por qué hacerme una cosa así!, ¡Por qué ella y no yo!, ¡Leyre necesita de su madre, ella necesita a su mamá!

Los enfermeros lo tomaron llevándolo hasta un asiento, el hombre ponía sus manos en su cara y lloraba a flor de piel, nadie entendía, nadie preguntaba, solo sucedía.

—Señor Vélez — Llamó el doctor haciendo que este mirara hacia adelante. — Su mujer..

HOLA HOLA HERMOSAS DE BELL

Hasta aquí nuestro cap final y el final abierto jiji, esperen el libro 3 y el final de esta trilogía, espero lo amen tanto como yo. Y ¡Lo mejor está por venir!🥸