Tn: Bien. -Aplauso-
-Todos los alumnos se sientan y miran hacia el pizarrón-
Tn: El día de hoy, vamos a hablar sobre el poder de las palabras.
Alumno: ¿Y qué tiene eso que ver con...?
-Tn le lanza un borrador-
Tn: ¿Acaso todo el tiempo que pasan en sus dispositivos no les dice nada? Televisión, internet, redes sociales, todo lo que dicen influye en el subconsciente y en el accionar de las personas. Incluso en estos tiempos, una mera opinión podría causar la tercera guerra mundial, sin exageraciones.
Así ha sido durante muchos años. Las palabras manipulan el pensamiento de la gente, creando bandos, alianzas, facciones que se oponen a las demás o se unen para aumentar su poder. Si siguen creyendo que hablar es solo una forma de comunicación básica, entonces déjenme decirles lo equivocados que están.
Mizuki: Como... los... los apodos que...
Tn: Adelante, dilo, es un ejemplo para la clase, no se lo dices a nadie en específico.
Mizuki: Los "blooms" y los "weeds".
-Al decir esa última palabra, los alumnos toman un tono serio-
Tn: Ahí tienes un buen ejemplo. Dos simples palabras bastaron para separar a esta secuela. ¿Pero es justo? Yo opino que no. Todos son estudiantes, todos son hechiceros. Siempre habrá uno mejor o peor que otro, pero eso no es razón para discriminación. Y con unas simples palabras, muchas guerras comenzaron. Así que daré un ejemplo más sutil de cómo es su funcionamiento. Tú, Destello Carmesí.
Erika: Sensei, sabe que no me llame así. Soy Erika Chi...
Tn: Desde el momento en que te vi, me cautivaste con esos hermosos ojos tuyos. Te amo desde lo más profundo de mi corazón.
Erika: ¿Pe... pero qué está diciendo, sensei?