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A Roier le habían dado un pase para que, si quería, pudiera quedarse todo el día en la cabaña

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A Roier le habían dado un pase para que, si quería, pudiera quedarse todo el día en la cabaña.

Cómo Cellbit era uno de los cuidadores, también podía quedarse con él, usando el mismo pase.

Pasaron la noche abrazados al otro, durmiendo cómodamente, hasta que la luz entraba en demasía por las cortinas de las ventanas, lo que hizo a Roier despertarse.

Frotando sus ojitos, vió a Quackity, quien disimulaba no tener celular con la cámara apuntando en su dirección.

Rodó los ojos, seguía irritable por el dolor, aunque era muchísimo menos que ayer.

Se levantó un poco y eso fue suficiente para que Cellbit se despertara, vió a Roier, quien hizo unas señas y señaló a Quackity.

-Cobramos por las fotos- habló, su voz salió ronca.

Quackity rió.

-¿Tú, cobrar? Si, seguro. Regalada.-

-Tu madre es la regalada- contraatacó-. Y tú eres adoptado.-

Quackity fingió comenzar a llorar exageradamente.

-Ya, suficiente- Quackity detuvo su actuación-. ¿Vienen a desayunar?-

Cellbit le dedicó una mirada a Roier, quien se encogió de hombros.

- Los vemos en un rato, vayan si quieren- contestó el castaño.

Ayudando a Vegetta a bajar la rampa, se fueron, cerrando la puerta detrás de ellos.

- No tengo hambre- habló Cellbit, recostandose de nuevo en la cama.

Roier negó, dando a entender que él tampoco tenía ganas de un desayuno.

- ¿Nos quedamos aquí todo el día?- preguntó Cellbit, con una sonrisa ladina.

Roier sonrío, asintió con ganas.

Roier sonrío, asintió con ganas

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Mute • guapoduo (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora