Capitulo 3

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Entre las ramas del roble, encorvadas bajo el peso de las hojas, el mundo parecía teñirse de verde. El aire estaba impregnado del olor del viento y de la tierra contenida en el follaje y, al mirar al cielo alto, se podían vislumbrar maravillosos pedacitos de cielo. Sentada sobre una de las ramas, Candy estaba merendando una manzana. Los pajaritos, que tenían la intención de posarse sobre el árbol, al verla se detenían asustados batiendo sus alas en el aire, y luego se alejaban volando.


Candy sonrió: -Pensarán que soy uno de ellos, pero mucho más grande. Ah,cómo me gustaría poder volar...


Desde arriba, Candy podía divisar la Colina de Pony. Recubierta de flores amarillas, rosas, blancas, azules y de todos los colores, la elevación parecía ser el vestido de una reina.


En cinco días Candy cumpliría trece años.

Cuando era pequeña, en esa época del año siempre pasaba los días en la colina. Nunca se cansaba de recolectar flores junto a Annie y, por muchas que recogieran, todo el tiempo volvían a nacer. Era como un regalo destinado solamente para ellas. De niñas entrelazaban collares de flores para celebrar sus respectivos cumpleaños. Ninguna de ellas conocía la fecha exacta de su propio nacimiento. El día en que habían sido abandonadas en la Colina de Pony: ése era su cumpleaños.


Trece años ya... Me pregunto cómo lo celebrará Annie.

Suspirando, Candy colocó un tercio de la manzana en una de las ramas,dejándola para los pajaritos.


Siete años habían transcurrido ya desde que Annie había sido adoptada por los Brighton.


El tiempo había pasado y Mike el soplón, Tom, el compañero de travesuras de Candy, e incluso la pequeña Milly, habían encontrado una familia. Ahora Candy era la niña más grande que quedaba en el Hogar de Pony.


En ese lapso de tiempo, Annie le había escrito con frecuencia solo al principio, y ahora rara vez le enviaba noticias suyas. Casi siempre era Candy quien le enviaba cartas. Incluso la Navidad pasada no había recibido la tan ansiada invitación que esperaba cada año.


Annie debe estar muy ocupada con los estudios y las clases de piano...Después de todo, ahora es la señorita de la casa de los Brighton...


Con la mirada dirigida hacia el cielo, Candy entrecerró los ojos. Aquel color límpido le recordaba al vestido que Annie llevaba puesto el día de su despedida.


Trece años... Creo que me estoy haciendo demasiado mayor para... ¡Eh! Aquélla es la Hermana Lane...


Al ver a la monja pasar bajo el árbol, Candy se agachó entre las hojas del roble, tratando de esconderse.


Sin embargo, quizás lo que más ha envejecido de todo es el hábito de la Hermana Lane...


A través de las ramas, Candy observó la túnica que, después de tantas lavadas, estaba completamente descolorida. Incluso tenía varios remiendos muy visibles. La muchacha era consciente de la difícil situación financiera que se encontraba en el Hogar de Pony.

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⏰ Última actualización: Apr 21 ⏰

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CANDY CANDY LA HISTORIA DEFINITIVA - KEIKO NAGITADonde viven las historias. Descúbrelo ahora