Los chicos de primero

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Mi suerte no podía ser peor

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Mi suerte no podía ser peor.

No bastaba con solo verlo en el vecindario.

Tampoco en el salón de clases.

También conviviría con el en el taller de vóley.

Pero ya no podía dar un paso atrás, porque Kiyoko ahora estaba demasiado emocionada conmigo.

Camine frustrada agarrando mi formulario ya que tenía que dárselo al profesor encargado del equipo.

Y cuando llegué a la sala de profesores lo encontré, y se lo di, el me sonrió cálidamente y yo traté de devolverle el saludo sin que se notara que algo me había molestado.

Y eso tenía nombre y apellido.

Ya afuera de ahí, quise ir a ver el lugar donde practicaba el equipo, quería al menos sentir que podía seguir en mi lugar seguro.

Cuando llegue vi que dos chicos estaban peleando, uno tenía el cabello negro, y por su altura y actitud supuse que era mi antiguo compañero de vóley, Kageyama; y el otro lo tenía de color naranja y era muy pequeño de altura, y había escuchado hablar un poco de el, ya que fue la sensación el año pasado por haber sido rival de Kageyama, pero no recuerdo su nombre

Por el asunto no se dieron cuenta que había entrado, asi que me coloque en una pared para ver como arreglarían esa disputa.

Pero llego el subdirector.

Y a pesar de que los chicos de 3ro trataban de calmarlos, hacían caso omiso.

A lo que me reí.

Pero cuando Kageyama hizo un lanzamiento con salto, todos se impresionaron, y por fortuna no le dio al pequeño, pero si no fuera por la puerta que estaba abierta me hubiera golpeado a mi sin duda.

—No escuchan ni siquiera al capitán...—Me dije a mi misma con los brazos cruzados.

Pero cuando hizo el segundo saque el pequeño respondió bastante bien, tanto que hizo que el profesor perdiera su peluquín y cayera sobre uno de los chicos.

Trate de no reirme de eso, asi como los demás chicos, pero fue imposible.

El profesor se llevo al chico mas grande de los 4 y me pude acercar a ellos.

—Oye Tanaka, cállate.—Dijo un chico de cabello gris.

—Eso fue bastante gracioso Kageyama.—El volteo a verme un poco sorprendido de que estuviera aquí.

—¿Hani?¿Que haces aquí? —Me pregunto mientras lo tomaba del hombro.

—Vine a esta escuela porque es la que mas cerca queda de mi casa...pero me sorprende que tu no fueras al Ahoba. —El se indigno un poco ante mi respuesta y mire a los demás que también se preguntaban quien era.

MANERAS DE ODIARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora