Harry Potter: Rey de las Amazonas -COMPLETO-

Capítulo 37

Harry Potter: Rey de las Amazonas

Capítulo 37

-Yaxley-

Estornudando mientras se escondía dentro de algunos arbustos, Yaxley observó cómo el carruaje que escoltaba la fecha del mocoso Potter al castillo se acercaba cada vez más al puente. Era tan simple, un encanto que se desvanecía en el puente, criaturas importadas viciosas colocadas en el río debajo de él, y Potter sería por la mañana su pequeña puta albina. "Mi Señor me recompensará mucho por esto." Yaxley estaba casi salivando ante la perspectiva de estar en las buenas gracias de su señor.

Señalando su varita a la piedra, reunió su magia "Evanes-" nunca terminó el hechizo desterrador cuando sintió que un brazo le rodeaba la garganta, apretando mientras una mano estaba sujeta sobre su boca. Una segunda persona se movió igual de rápido y le cortó la mano que sostenía una varita, sus gritos de agonía amortiguados por la mano y la repentina falta de oxígeno.

"Intentar asesinar a una reina amazónica y sus guardias." Otra de las putas que Potter insistió en que eran guerreros le habló fríamente, todavía sosteniendo la espada sangrienta con la que le había cortado la mano durante su emboscada, "el castigo es la muerte." Sintió un tirón de la persona que lo sostenía en una bodega de estrangulamiento antes de que su cuello se rompiera y no sabía nada más.

-Amycus-

Sentado bajo su capa de invisibilidad, Amycus observó a su hermana tendida en la carretera que se suponía que debía tomar el carruaje para llegar al castillo. ¡Fue tan fácil! Usa la credulidad de estos idiotas contra ellos. Había escuchado lo obsesionados que estaban por poner a las mujeres por encima de mí, así que solo tenía que hacer que su sitio fingiera estar herido e inconsciente en el camino, morderlas para que se detuvieran, y de repente él y Alecto atacarían. Yaxley había estado obsesionado con la gloria, Amycus estaba seguro de que era por eso que el hombre había insistido en que todos mantuvieran sus planes ocultos el uno del otro en lugar de trabajar juntos.

"Bueno bien por mí Yaxley." Amycus se rió a sí mismo mientras trabajaba para contener su ansiosa sed de sangre, "Toda la gloria irá a la casa de Carrow hoy." Mirando a su hermana, sus ojos se abrieron cuando vio que ella se había ido. "Qué en el-?" de repente sintió que una roca lo golpeó mientras experimentaba la experiencia familiar del transporte de portkey.

"Amycus?" mirando a su hermana, Amycus gimió, ambos se pusieron de pie, Amycus sintió algo pegajoso en sus manos.

"Sí, soy yo Alecto." Se quitó la capa, "Dónde estamos?"

"Me topé con un árbol hace un minuto, pero no puedo ver. Espera." él la escuchó hurgar antes de que su hermana ordenara "Lumos!" cuando la luz llenó el área, vio los árboles familiares que formaban el bosque prohibido de Hogwarts, y el portero probablemente los envió más allá de las salas. Luego notó las telarañas, llenando los árboles por todas partes. Redes brillantes masivas.

Al escuchar un grito, giró alrededor de "Alecto!" miró con horror mientras veía una araña del tamaño de un perro pequeño encima de su hermana, su varita se le quitó la mano, lo que significa que no podía escapar ni defenderse. Antes de que pudiera ayudarla, sintió una enorme pierna peluda golpearse la espalda mientras más arañas se vertían en el claro.

"Entonces," una antigua voz hechizada vino de la fuente de lo que lo estaba colocando en el suelo, "el Rey Potter realmente nos envió asesinos fallidos para deleitarnos." La antigua acromantula, ahora que Amycus finalmente había colocado estas cosas, se rió entre dientes "Estoy contento de haberlo dejado ir hace tantos años. Vengan mis hijos, es hora de comer." Los gritos de Amycus y Alecto se perdieron en las oscuras profundidades del bosque.