Dos chicos se conocen casualmente estando en la misma banda, sin darse cuenta que tienen muchas similitudes y que cada uno es capaz de entenderse al otro, ¿se quedará todo en una amistad?, o ¿alguno de los dos sentirá algo más por el otro?.
Todo comienza en un dia normal como cualquiera, cada quien saliendo de trabajar, los chicos saliendo de sus escuelas y otros preparandose para asistir al turno tarde, dentro de las pequeñas historias de tantas personas, se encuentra Ryu Yamada, un joven de 17 años, que camina junto a su mejor amiga, Nijika Ijichi, los dos sostienen una charla común mientras caminando pasando por distintas calles, entre tanta charla el chico ve una tienda llena de comida dulce, casi de forma automatica, Nijika le ofrece a este comprarle un bocadillo, claro, si él promete pagarle después, el chico acepta sin dudarlo.
La chica terminó llevandose dos unidades de la misma cosa, pues ella tambien cargaba con hambre después del colegio, iban tan cómodos caminando por la calle mientras charlaban que por un momento se les había olvidado que el dia sería más complicado, o mejor dicho la noche.
Esa misma noche deberían emplear el oficio de tener que atender a una importante cantidad de personas, la razón de esto es porque el lugar donde trabajan, recibiría a una banda bastante popular, que anda de gira por la localidad de Shimo-kitazawa. Pasadas las horas, los preparativos comenzaron, por lo que los chicos hicieron a un lado sus prácticas con instrumentos musicales, y procedieron a cumplir con su trabajo.
Cada vez el lugar se llenaba más, eran casi las ocho de la noche y el lugar estaba en su máxima movilidad, iban de acá para allá y así sucesivamente, en casos como este, el labor les resultaba estresante, pero igual seguían comprometidos en lo suyo, Ryu, en un amistoso gesto de amabilidad, se ofreció a hacer las labores de Nijika por un rato, sabía perfectamente que por la cantidad de personas que ingresaban al lugar, la cosa se puso muy exigente, la chica aceptó, pero solo te tomará un breve descanso de diez minutos, tampoco quería dejarle toda la carga a su amigo, que además ya de por sí tiene que hacer los trabajos más físicos dentro del lugar a diario, mientras que ella se encarga de lo técnico.
Pasados los diez minutos Nijika vuelve a su puesto, encontrandose con un Ryu que seguía en lo suyo, ella mira su celular y se da cuenta que ya eran las ocho y algo de la noche, aún quedaba una hora para que terminen los ingresos, si bien esta era una jornada dificil, al menos su pago a comienzos del siguiente mes aumenta, motivada por eso, ofreció a su amigo un descanso para él, el testarudo chico rechaza la oferta diciendo que no hace falta, y que cuatro manos hacen más que dos.
–Si que eres testarudo, después te agotas al final del dia, acepta los descansos- se quejó Nijika.
–Pff– bufó –estoy preparado para esto, ya atendimos el lugar varias veces– aseguró.
–Pero esta vez es un evento más grande, ve o me enojo– advirtió.
–Jejeje, hazlo, te ves tierna cuando te pones mala, microbio– se burló.
Para Ryu, burlarse de la estatura de Nijika era algo habitual, al principio no lo hacía, pero mientras más se agarraban confianza, comenzó a jugarle este tipo de bromas, a ella le molesta que se dirija a ella con ese termino tan "despectivo", según ella misma, pero en el fondo sabe que cuando él se le dirige así, es porque todo anda bien.
–Que conste que tú me obligaste a hacerlo–.
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