Confusión Ninja | Actualizaciones Lentas

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Observaba a Naruto con admiración mientras él proclamaba con determinación sus sueños de convertirse en un gran ninja. Al principio, me caía mal por su actitud y porque hablaba siempre de su papá, pero luego me di cuenta de que no había sido justo al juzgarlo tan rápido.

En las últimas semanas, me había tocado hacer tareas aburridas como perseguir perros traviesos y cambiar pañales sucios. Aunque eran necesarias, se sentían muy lejos de lo que yo había soñado. Las palabras de Naruto sobre su futuro resonaban en mi cabeza, y empecé a cuestionarme mi propio camino. Quizás era hora de dejar esas labores cotidianas y buscar algo más significativo, algo que me acercara a mi sueño de ser un ninja digno.

El momento emotivo alcanzó su punto culminante cuando Kakashi le dijo a Naruto lo grave que era su herida y que podía desangrarse hasta morir. Las palabras de nuestro sensei cayeron como un balde de agua fría sobre Naruto, que se puso muy nervioso. No pude evitar reírme de su desgracia.

Un rato después, el equipo y el señor Tazuna estábamos sentados alrededor de una pequeña manta con comida, disfrutando de un desayuno antes de seguir nuestro camino.

—¿Se acuerdan cuando Naruto intentó hacer malabares con los platos y terminó con comida por todas partes? —dije, riéndome al recordar la escena.

Sasuke sonrió levemente y asintió. —Ese idiota siempre hace tonterías, pero al menos aprendió que no tiene futuro como malabarista.

Naruto se quejó indignado. —¡Eh, yo podría haberlo logrado si no fuera por ese viento traicionero!

Kakashi, con una sonrisa oculta tras su máscara, intervino con su tono tranquilo. —Buen intento, Naruto. Tal vez deberías concentrarte más en tu técnica ninja y menos en tus habilidades de circo.

—¡Mi circo podría haber sido un éxito! —protestó Naruto con determinación.

—Tal vez deberías dejar eso a los profesionales, Naruto. No creo que vayas a ganar una estrella de circo en tu expediente ninja —añadió Kakashi, provocando algunas risas entre nosotros.

El señor Tazuna murmuró en tono serio. —Es bueno ver que encuentran algo de alegría en estos momentos difíciles.

Asentí con comprensión. —Sí, tratamos de mantenernos positivos. Después de todo, somos un equipo.

Sasuke, mirándome con complicidad, agregó con determinación. —Y siempre estaremos ahí el uno para el otro, pase lo que pase.

Naruto asintió con entusiasmo mientras seguía comiendo, y Kakashi observaba nuestras interacciones con una mirada tranquila pero atenta. Aunque la misión era peligrosa, en ese momento sentí que el vínculo entre nosotros se hacía más fuerte.

El señor Tazuna permanecía callado, absorbiendo la atmósfera tranquila pero cargada de determinación que nos rodeaba. Su expresión seria reflejaba la gravedad de la situación y la responsabilidad que llevaba sobre sus hombros mientras nos preparábamos para los desafíos que nos esperaban en el país de las olas.

El viaje continuó en silencio, navegando por un río envuelto en neblina para evitar ser detectados. Para mí, este camino evocaba recuerdos más pacíficos de un viaje en barco con mis padres al mismo destino, pero esta vez el propósito era muy diferente.

Dentro de mí, mi compañero Inner estaba furioso. No entendía por qué habíamos decidido ayudar al señor Tazuna en lugar de regresar a Konoha. Estaba convencido de que no sobreviviríamos lo suficiente como para volver a la aldea y se negaba a hablarme por su enfado.

—¿Sobre los que nos persiguen? —susurró Kakashi, atrayendo mi atención. —Necesito saber por qué.

La mirada del señor Tazuna se oscureció. La tensión en el aire era palpable mientras Kakashi continuaba, firme y decidido. —Si no nos lo dice, temo que tendré que dar por terminada la misión una vez que lleguemos a tierra.