capitulo segundo.

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En un primer momento Karen pensó que era el hijo menor de los Carrington, pero esa idea fue rechazada por su cabeza rápidamente, un renegado jamás podría seguir alguien de manera tan silenciosa. pero una cosa era cierta alguien la estaba siguiendo.

La joven continúo subiendo las escaleras, al llegar a final se recostó a uno de los laterales de la pared, ella necesitaba saber quién la seguía. a los pocos segundos escucho los pasos en las escaleras y se preparó para atacar. Tomo el collar que tenía en su cuello y lo sacudió con fuerza, dándole la encantadora forma de látigo.

Antes de que el personaje pudiera siquiera reaccionar, lo derribo, lo inmovilizo y rodeo el cuello con el látigo.

—Intenta moverte tan siquiera un poco y lo pagaras con tu vida; le susurro Karen al oído mientras se encontraba apoyada en el cuerpo del joven.

—Si alguien me hubiera dicho que en esta misión me iba encontrar dos veces con tan hermosa mujer hubiera aceptado sin protestar; dijo el joven de manera calmada y algo coqueta. pareciera que estar en una situación así era algo común para él.

Fue en ese momento cuando Karen reconoció al caballero, era el mismo con el que había conversado un par de minutos atrás. Aunque esto no fue suficiente para que la joven bajara la guardia.

—¿Por qué me estas siguiendo?; pronuncio mientras apretaba un poco el látigo en el cuello del chico.

— Yo soy un espía y estoy en una misión, es normal que ande entre los pasillos, escuchando conversaciones o husmeando en los lugares privados. La verdadera pregunta es ¿qué hace una bella dama como tú, tan alejada de la fiesta?

—Ese no es tu problema. ¿quién te mando? ¿cuáles tu misión?, pronuncio Karen esta vez apretando lo suficiente como para empezar a dejar a Omar sin aire.

— Si... me .... su suel sueltas .... cre...creo que .... podríamos hablar mejor... fue lo único que alcanzo a decir antes de desmayarse.

La joven lo escondió en uno de los cuartos y continuo su camino por aquel enorme pasillo. Pero a pesar de todo no encontró ningún tipo de pista o algún indicio que la guiara hasta su objetivo. Todo parecía estar bien, nada estaba fuera de lugar o extraño. Un poco frustrada volvió al cuarto donde había dejado al espía, esperando encontrar alguna pista. Pero una vez dentro se dio cuenta que ya no estaba. Al cerrar la puerta las luces del pasillo se apagaron y desde el fondo del pasillo empezaron a presentarse luces infrarrojas que formaban líneas bien definidas.

Karen corrió hacia las escaleras y las bajo rápidamente, una vez en el pasillo del primer piso se dirigió al salón principal. No había conseguido nada útil y no podría darse el lujo de ser descubierta. Estando a tan solo unos cuantos metros del salón observo una especie de garras parecidas a las de un tigre, pero eran casi imposibles de ver; la chica de cabello negro hizo un pare en su camino y se agacho para observarlas mejor, al tocarlas se dio cuenta que las marcas no habían sido hechas en ese piso, si no el inferior. En ese momento una imagen le vino a la mente. Mientras ella estaba en el ascensor, observo que había un botón que no tenía número y se encontraba justo debajo del último piso.

Si pensarlo dos veces tomo el ascensor y presiono el botón del primer piso y una vez en este presiono el botón sin número. Pero como era de esperarse este pidió un código de acceso. Era obvio que la familia feliz escondía algo en ese lugar. Al salir del ascensor, presiono las llaves de su auto, una vez dentro saco una especie de chip que tenía el taño de un teléfono móvil mini, con un pequeño botón rojo en el medio. Abrió la puerta del carro, presiono el botón y por el lado izquierdo del chip saco un conector USB que conecto a la laptop que había encontrado en el auto y lo dejo en el suelo. El chip se incrusto en el suelo mientras un pequeño bombillo empezó alumbrar en la parte superior.

Por otro lado, en el carro, Karen esperaba ansiosa mientras la laptop cargaba la información que almacenaba el chip.

Después de unos minutos la información estaba cargada y en la pantalla se podía observa un croquis de lo que había bajo aquel garaje.

Tal como Karen lo sospechaba debajo de sus pies se encontraba una especie de sótano con dos divisiones. En el croquis se observaban dos formas de entrar y salir de aquel lugar. Una era el ascensor y otra eran unas escaleras, la joven miro con atención la ubicación de las escaleras y se dio cuenta que estas estaban en el jardín. Entrar sin ser vista sería una gran tarea, y no tenía mucho tiempo su instinto le decía que algo terrible estaba a punto de pasar.

Se bajó del auto y observo el lugar mientras intentaba hallar una manera de entrar. Por un momento pensó entrar al ascensor e intentar hackearlo, pero ella sabía que ese no era su fuerte y que si llegaba a funcionar tardaría demasiado. Camino hasta las afueras de la casa y observo el jardín, era realmente hermoso y también custodiado por dos guardias de seguridad.

Intento visualizar la entrada, pero no veía nada que fuera falso o que no encajara en el lugar, se acercó un poco más y pudo sentir las miradas de los dos guardias sobre ella, sabía que no podría acercarse más. Mientras seguía mirando, observó unos nomos de jardín, pero se percató que había uno que estaba alejado de resto. Esa debía ser la entrada. confiando en su instinto bajo al garaje y lo miro con sumo cuidado, y finalmente encontró lo que tanto estaba buscando, distracción.

Se acercó hacia una de las esquinas del garaje donde se encontraba una puerta con un signo de riesgo eléctrico, saco de la cartera una especie de bolígrafo y lo inserto en la fuente de energía, el bolígrafo empezó a pitar y el botón de pulsación empezó a alumbrar de forma irregular. Karen abandono el lugar y se dirigió hacia el jardín nuevamente. Una vez ahí las luces de toda la mansión se apagaron. Esa era el momento perfecto. Los guardias de seguridad corrieron hacia el garaje y la joven se apresuró a llegar hasta donde los nomos de jardín, al tener el nomo enfrente se dio cuenta que este tenía una especie de grieta en la mitad. En su interior se encontraba un botón que la chica presiono sin dudar y tal como lo había planeado un orificio se abrió a unos pasos de ella. Camino hacia el y un vez dentro este se cerró.

La oscuridad era tan densa que se podía palpar. El corazón de la joven se encontraba acelerado y sus sentidos atentos a cualquier movimiento, si algo había aprendido ella era que la vista no era la única forma de ver.

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⏰ Última actualización: May 08 ⏰

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