"Mi Mal Habito" - Papulince x Panafresco 🍋

Mal Hábito (🍋)

Las cosas en la mesa de Luis se desparraman en el suelo. Este gemía, su espalda arqueada mientras se agarraba de la mesa lo más que podía.

Su mejor amigo mordía su cuello, justo como lo solía hacer hace años atrás en el sucio baño del colegio.

¿Como es que llegaron a esto?

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"Miguel...? Oh por dios, de verdad eres tú!" - El mencionado volteo en sorpresa, su cuerpo siendo empujado al caer un peso encima suyo.

En shock, el más alto mira abajo, solo para encontrarse a su viejo amigo de la secundaria entre sus brazos.

"Luis...?" Panafresco murmura en shock, no podía creer quien se encontraba abrazándolo.

"Panita- que... como es que-" Miguel estaba anonadado, a las justas abrazándolo de vuelta. Un leve sonrojo se encontraba en su rostro, y este esperaba que el mayor no lo notará.

Tantos recuerdos se encontraban volviendo a su mente rápidamente, algunos mejores que otros.

"¡Papuu! No puedo creerlo, estamos en la misma universidad?!" El de la grasa sonríe , mirando con entusiasmo al ligeramente más alto. "Tenemos que ponernos al día en tantas cosas!"

Miguel no pudo decir otra palabra, su amigo de la secu rápidamente tomándolo de la mano para llevarlo a quien sabe  dónde.

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"... Un bar?" El de lentes suspira, negando levemente con la cabeza al ver que los hábitos del papulince no habían cambiado para nada.

"Ooh, vamos papu. Lo dices como si no hubiéramos tomado antes." El de sudadera roji-negra lo codea, una gran sonrisa en su rostro. "Vamos, hazlo por los viejos tiempos Miguel!"

'Por los viejos tiempos' solo traían recuerdos ambiguos a el. Ya hacía unos años que no había tocado ni una gota de alcohol, y temía el día en que volvería a hacerlo. Sabía lo que era capaz de hacer en ese estado.

Pero...

Miguel muerde su labio, viendo cómo Luis seguía con esa sonrisa que lo volvía loco mientras esperaba su respuesta.

Había pasado tanto tiempo desde que se vieron. Como podría decirle que no, a él?

"Mierda. Ya, pero nomás unas copas"

Unas pocas copas terminaron siendo rondas y rondas de botellas acabadas rápidamente entre ellos. El panafresco nunca se había sentido tan feliz y emborrachado como ahorita.

Su persona favorita, de vuelta en su vida así como sin más.

En su reencuentro, estos dos hablaron de todo.

La universidad, la rutina aburrida, la secundaria, amoríos...

Su mal hábito.

"Jaja! Oye ¿Te acuerdas de ese tonto juego que teníamos en la secundaria?" El de la grasa ríe, un sonrojo evidente en su rostro.

Miguel no podía adivinar si era por el alcohol, o por la pregunta dirigida a él.

Normalmente, se sentiría en guardia y muy avergonzado de responder esa pregunta, pero en este estado...

"Te refieres a cuando nos besuqueabamos en el baño, pretendiendo ser el crush del otro?"

Eso sí que era gay.

"Eso! Uff, por un momento pensé que lo evitarías. No puedo creer que aún lo recuerdes, jaja". El mayor toma otro trago intentando calmarse. El recuerdo de las manos de su mejor amigo en él, mientras este se sentaba encima volviendo rápidamente a su mente.

"¿Como me olvidaría? Era algo concurrente, Luis." El más alto rueda los ojos. Aunque esto no podía ser notado por el contrario, debido a sus lentes de sol. "De todas formas, por que lo mencionas? Eso... Ya fue hace años. Siento que fue algo estúpido." Vuelve a decir este.

En realidad, el sentía todo lo contrario. Para Miguel eso nunca fue algo estúpido. Fueron momentos especiales, que anhelaba con ansias que sucedieran de nuevo.

Lamentaba tanto el día en que perdieron contacto, pero acá se encontraban. Como si nunca hubieran dejado de hablar después de que acabarán su secundaria.

"Lo sé..." El contrario suspira, mirando a otro lado. El alcohol solo aumentaba las ganas que sentía por su amigo. Tal vez nunca debieron de empezar ese juego. "Siento que era como un mal hábito, sabes?" Este rie, continuando "Como es que... ¿Paramos?"

La pregunta de Luis shocked a Miguel. Una vez más, se encontraba perdido, sin saber que decir.

"Yo... Agh. Perdimos contacto, Luis-" El panafresco frunce el ceño, "Después de que la secundaria... Ese "juego" también acabo. Y si, supongo quería un mal hábito."

Miguel asiente, evitando la mirada del contrario mientras juega con su copa en mano.

"Has escuchado esa frase... Los malos hábitos nunca se pierden?"

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"

M-miguel~ Ah... A-ah~! Más, más p-por favor- " Gemidos y gruñidos se escuchaban por todo el cuarto.

Las manos del más alto apretando y abriendo las piernas del de sudadera roji-negra, quien balbucea palabras incoherentes, pidiendo más a gritos.

El contrario gruñe, su torso encima de él mientras se movía repetidamente.

"Quieres más, perra? Te encanta cuando te embistió así, ah?" El de lentes ríe, sus manos yendo a las caderas del papulince para acercarlo más hacia él.

Ambos estaban claramente ebrios, algo que había sido muy concurrente en sus años de secundaria.

Y lo que hacían ahora, fue algo tan habitual en el pasado también.

Las embestidas de Miguel eran lentas y profundas, golpeando a Luis de forma que este rodaba sus ojos en placer.

"S-si! Ah~ Por favor, Miguel... T-te extrañe tanto, Miguel..." El de la grasa dice, pequeños sollozos de placer y melancolía escapándose de el. "A-AH~!"

Su espalda se arquea una vez más, al sentir las grandes manos del contrario masajeando su erecto miembro.

"Te encanta, no?" Gruñe este, sus dientes lamiendo y mordiendo juguetonamente el cuello del contrario. "Dime cuánto te gusta como te toco."

"D-DEMASIADO!" Luis gime, mordiendo su lengua. "A-AH.. AH~! Miguel.. Miguel, te amo!" El papulince dice entre gemidos, rápidamente sintiendo otra fuerte embestida en él "Mierda, ah~!

El de arriba gruñe, sus labios acercándose al cuello del mayoruna vez más para darle unos cuantos beso ahora.

"Estoy cerca, Luis." Miguel anuncia, entre jadeos.

"V-vente- Mmngh! Vente dentro, por favor~!"

"Dios... Luis. Las cosas que me pides.* Este suspira, aunque se notaba que amaba la idea. El papulince sintiendo su miembro enterrarse más dentro de él.

"A-ah~! M-Mmhm~!" Este gime una última vez, soltando un gran gemido al venirse. El panafresco sigue embistiendole, viniendose dentro de él poco después.

Con las pocos fuerzas que tenía, el de lentes lo carga. Colocandolo suavemente en el sofá de su cuarto.

"Carajo Luis, haces que vuelva a este mal hábito siempre." Murmura el de sudadera azul, entre jadeos.

El mencionado se toma unos segundos en responder, una sonrisa cansada pero  traviesa formándose en su rostro ante sus palabras.

"Pero a ti también te encanta, no?" Dice este, riéndose al ver el sonrojo de su mejor amigo.

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(termine esto con sueño 😞)