ℂ𝕒𝕡. 𝟘

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¿A qué estamos destinos?
¿por qué se nos dió está oportunidad?
¿qué podemos hacer para cambiar?
Solo éramos una clase de rechazados, excluidos y olvidados por la sociedad.
Una clase que no podía hacer más que tratar de entender porqué alguien en el mundo decidió tender su mano con cariño.

Veíamos a las demás clases; queriendo ser heroes, Inventores,contadores...
¿qué queríamos ser nosotros?

(...)

Izuku Midoriya

No podíamos despegar los ojos de la pantalla. La clase entera estabamos en la sala de estar de nuestra residencia, con el televisor en alto volumen.

Siendo ya tres meses desde que se aprobó el plan "Erradicación interna" por parte del nuevo primer ministro de defensa Futaro Yato, y el ministro de educación Tenzo Akano, el primer grupo de delincuentes juveniles comenzó su periodo de rehabilitación y adaptación a la sociedad en la academia Ketsubutsu. Nos informan que en un plazo de 5 días todas las academias del país ya estarán con sus respectivos grupos designados.

No sabía qué pensar sobre el nuevo plan...
El gobierno lo había implementado como unidad de emergencia para detener el creciente incremento de villanos. Se creía que si rescataban a aquellos que no habían cometido nada serio de las calles, podrían ahorrarse millones en gastos de reparación debido a los ataques de los villanos que habrían podido ser.

—¿Todas las academias del país?— Preguntó Uraraka con cierta preocupación en su voz.

—No creo que un grupo de delincuentes sea aceptado en la UA—Mencionó Kaminari.

—Claro que no aceptarán a esos idiotas aquí— Gruño Kacchan— Como si un montón de delincuentes lograran pasar las pruebas de admisión.

Suspire internamente y volví a mirar la televisión.
Entendía la preocupación de mis compañeros. Durante el mes entero se realizaron marchas y huelgas en contra del nuevo plan del gobierno.
La gente no se sentia segura con las mismas personas que robaban sus cosas en las escuelas donde se formaban los héroes que defenderían a todos.

Observé en la televisión como un grupo reducido de personas ingresaba a la academia Ketsubutsu, con sus uniformes y mochilas colocados, mientras una multitud de gente, limitada por la policía, sostenían sus carteles y exclamaban cosas a los muchachos.

El reportero de campo apareció en pantalla.

Me encuentro en este momento frente a la academia Ketsubutsu, donde tras de mi se puede ver cómo los jóvenes que pasaron el examen de admisión entran al edificio a su primer día de reintegro en la sociedad. La gente no parece contenta, sus carteles de odio, demostrando su inseguridad, hacen ruido en todo el país.

El reporteto acercó el micrófono a una persona de las cientas en la multitud.

"Estás academias son los pilares de nuestro país. Los héroes que nos salvan cada día se forman en estos lugares. El gobierno quiere que estos chicos estudien para evitar que sean villanos, pero estamos dejando al coyote entrar al gallinero."

Sus palabras me hacen eco y razón... Pero no quiero sentirme así. Pueden ser buenas personas, pueden mejorar. ¿Pero cuánto trabajo tomaría?
¿Podríamos pagar el precio si estábamos cometiendo un error?
La imagen de Shigaraki paso por mis ojos de manera fugaz, Pero se sostuvo en mi mente por unos segundos...

°•𝕍𝕚𝕝𝕝𝕒𝕟𝕠𝕤•° (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora