Las academias de Japón, desde la más olvidada hasta la más prestigiosa, se encontraban recibiendo a los hijos de las calles. A los jóvenes rebeldes que no hacian más que sobrevivir cada día, con el fin de formarlos en un futuro alejado de la villani...
Mis pensamientos no me habían dejado dormir más de hora y media... Desperté en la madrugada, con una ansiedad creciente en mi estómago. Sabía bien que debía comenzar a organizar mi programa de estudio de una vez por todas.
Me levanté de mi cama y me dirigí al escritorio de mi habitación. Suspire, mientras pasaba otra página de aquel libro que All might me había prestado... Al inicio me había parecido ridículo, pues ya tenía experiencia bajo presión de este tipo, pero luego de una media hora leyendo, me di cuenta de que podía ayudarme en varias cosas.
A la mitad de sus contenido lo deje a un lado, para tomar aquel pequeño librillo de información confidencial sobre los profesores. Era la lista de profesores de hecho, y su confidencialidad quedaba clara con la palabra Secret en su portada, con sus letras blancas y fondo de rayas negras.
Leí cada página, con la información referente a cada héroe y profesor de la instalación. Comenzaba a notar un patrón interesante... Cada uno comenzaba su clase como quería. Algunos con pruebas, otros con preparación psicológica, y otros simplemente se apegaban al programa opcional y base.
También me ayudaba a darme cuenta de que debía referirme a mis compañeros por sus nombres de héroes, por ejemplo. Una excusa para no tener que llamar a shota por su apellido, algo que por algún motivo, aún me provocaba cierta decepción.
—¿mm...?— Murmuré al cambiar de página.
Vi la foto de Aizawa, junto al resto de su información como profesional.
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Abrí mis ojos con asombro al ver la cantidad de expulsiones que habían ocurrido por su mano... Una parte de mi se sorprendía, Pero la otra ya lo sentía común de alguien como Aizawa... Siempre había sido un chico especial en varios sentidos. Su actitud, sus ambiciones... todo había cambiado desde la muerte de Shirakumo... O talvez solo se había enterrado, junto con él pasado.
Sabía que él negaba que así fuera, pero lo sabía bien... Lo había notado, había sido testigo de su autodestrucción.
Él siempre había sido uno de los mejores estudiantes. Con un promedio excelente y mente lógica, aspiraba a ser un gran héroe, aunque uno que no se presentará frente a la prensa...
Cuando Oboro murió, una parte de Aizawa lo había hecho también... Oboro se había llevado a la tumba la parte de autosuperación de Shota... Había aparecido en su vida para darle ganas de vivirla, y se fue sin poder despedirse...
Recuerdo que los profesores estaban preocupados también, habían notado el cambio. Paso de superarse cada vez más, a perder el interés una vez notaba que ya había alcanzado la nota necesaria.
Continúe leyendo el documento.
—¿Clase 1-A?— Murmuré.
Tal parecía que ese tomo era una vieja versión. Según tenía entendido, Aizawa estaba asignado a la clase 2-A este año. Suspire.
