Salada.
Es la primera palabra que me define totalmente.
¿Quién en su sano juicio cambiaría de colegio a su hija cuando está a un año de terminarlo? No entendía el punto de mis padres, no los entendía ni los entendería, a pesar de mostrar tristeza por el cambio repentino no mostraron ninguna señal de arrepentimiento.
Tengo tantas preguntas ahora
¿Que pasaría con mi promoción?
¿Mis amigas?
¿Mi vida?
¿Mis recuerdos?Me arrebataron todo eso al cambiarme a este colegio y para mi gran suerte la gente se comporta raro a lo que suelo acostumbrar. Aunque no toda la gente es igual, mis amigas Ellie y Ana son las únicas personas que parecen cuerdas aquí, todas tenemos la misma mentalidad y un mismo objetivo: Ser millonarias.
Una de las personas raritas que no me cansaré de molestar es a un tal Ian, ese sujeto primero habla y luego piensa, por eso todo el aula le hace bullying a pesar de ser una especie de policía antibullying, que irónico. El segundo lugar se lo gana Andrew, pero este sujeto raro si es de mi agrado ¿Por qué? Simplemente es muy gracioso y tiene tantas anécdotas para contar...
Y sí, el también es uno de mis amigos.
Eso pasa cuando no socializas y esperas a que la gente se te acerque, ser una persona sociable no es lo mío, por eso prefiero amigar con personas que hablen hasta por los codos
Yo soy la persona todo oidos.—Oye enana—Se acerca Andrew hasta mi sitio en el aula. Mi mirada perdida se centra en su cara aun disociando un poco
—¿Estás bien?—Dice al no obtener respuesta mía mas que mi mirada.—Si, solo estaba desarrollando este ejercicio de álgebra—
Una carcajada se escucha como respuesta por parte de él, mi mirada confundida sube hasta encontrarse con la suya.
—¿Qué te causa tanta gracia?
—Boba, estamos en clase de chino y el profe acaba de salir un rato al baño—me revuelve el cabello
—Sácate— mi tono de voz indicaba fastidio.
Cada vez que Andrew empezaba con sus bromitas y yo me quejaba ante ello, él parecia disfrutarlo con todo gusto cosa que a mi al inicio me molestaba hasta que después lograba darme gracia.
En eso se basaba nuestra amistad, bromitas, chismes y risas.—En que será que andarás pensando, enana. O tal vez sea...¿en quién?
—Quieres que te diga en quien ando pensando?—
Él se vio interesado ante mi respuesta, lanzando una mirada divertida y agachándose en cuclillas al hacerle una seña indicándole que se acerque para que le cuente mi gran secreto.
Me acerqué hasta su oreja mientras que él prestaba toda su atención y cuando menos se lo esperaba, lo tomé de ahí para pelliscarlo en broma.
—Eres un chismoso, uno muy metiche
—Bastaa, mi oreja Rose! Suéltame
—Obligame, noob
No pude evitar reír y disfrutar de la molestia de él, se sentia tan glorioso fastidiarlo de vuelta. Él tampoco se quedaba atrás, agarraba mis manos de vez en cuando para detenerme.
—Tu empezaste Andrew, yo estaba tranquila disociando
—Con quien disociarás
—Y eso a ti que te importa—saque la lengua en forma de burla
Ambos estabamos riendo tanto que no habia notado la presencia de Ana, quien nos miraba juzgona.
Andrew soltó mi agarre en mí y se cruzó de brazos para mirar a Ana.
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En mi mente - En curso
Teen FictionSam una adolescente a punto de terminar la escuela es cambiada de colegio a último año, lo cual ella considera de mala suerte. A pesar de ello se adapta inmediatamente al nuevo ambiente pero, será capaz de manejar las situaciones que menos se espera...