Faltaban 2 horas y media para llegar al destino y Chiara ya estaba aburrida. Era septiembre, comenzaba la temporada y con ella los viajes en bus de todos los fines de semana. Había faltado a los primeros 2 partidos porque no tenía cómo volver a casa después. Eran 3 horas de Zaragoza a Barcelona y aunque con música solían ser amenas, llevaba todo el verano sin coger el bus y se notaba. Sentada en la penúltima fila, su sitio habitual, Chiara iba escuchando música mientras miraba por la ventana hasta que llegó un mensaje que llamó su atención. Había llegado al grupo del equipo una foto y eso solo podría significar una cosa: la convocatoria.
Chiara desbloqueó el móvil un poco nerviosa, no por si ella estaba convocada o no, porque el presidente le había llamado personalmente para comunicarle que si lo estaba, si no por el resto de nombres que vería en el documento.
Chiara entró en el grupo y abrió la foto en la que estaba la convocatoria. Por suerte los nombres que conocía del A estaban en ella, más algunas de su equipo que conocía del año pasado. Lo que le sorprendió fueron 2 nombres, porque no los conocía y porque eran bastante inusuales: Violeta y Suzete. Lo bueno es que eso significaba que probablemente fueran nuevas jugadoras del A, ya que el presidente solía fichar a jugadoras extranjeras o de otras partes de España.
Después de repasar los nombres cerró el móvil y se puso a imaginar escenarios en su cabeza, como saludar, donde sentarse en el vestuario, con que pareja calentar... Había llegado al equipo el año pasado y aunque todas eran muy simpáticas, no había conseguido encontrar del todo su sitio, entonces le ponía un poco nerviosa todo eso.
Lo de sobre pensar era el fuerte de Chiara, siempre pensaba que lo estaba haciendo mal, se daba por aludida en todas las indirectas que lanzaba la entrenadora cuando alguien lo estaba haciendo mal. Empezó a darle vueltas a todo y se preguntó por que había seguido en el equipo, pero la verdad es que cuando la llamó el presidente una semana después de haber terminado la liga, tras de ascender a segunda RFEF y pidiéndole que se quedara, no había podido decir que no.
En parte por eso odiaba las llamadas telefónicas, por mensaje se lo podría haber pensado, pero en el mismo momento de la llamada no le dio para más. Sus padres no estaban contentos por la decisión, pero también le habían enseñado a Chiara desde muy pequeña que cuando te comprometes a hacer algo después tienes que ir hasta el final, y era exactamente lo que iba a hacer. Aparte, se había quedado en la lista de espera de la ESMUC (que era lo que realmente quería hacer) y veía totalmente imposible que la llamaran, un poco de fútbol para distraerse y controlar un poco el TDAH seguro que le venía bien.
El viaje transcurrió despacio, mirando por la ventana entre música y nervios. Por fin, a las 14:45 (con 15 minutos de retraso) llegó a la estación de Barcelona, donde una de sus compañeras de equipo la iba a recoger para acercarla al campo. Salió del bus y se dirigió a la salida por donde entraban los buses, donde sabía que Dena la esperaba.
Cuando la vio en el coche, sonrió y se acercó tratando de aparentar seguridad. No sabía porque estas situaciones la ponían tan nerviosa, pero en el bus había decidido más o menos como actuar y todo iba según el plan: sonreír, aparentar seguridad y hablar del tema fácil. Así que eso hizo, entró en el coche, saludó y fueron todo el camino hablando de como les había ido el verano a ambas.
Debido al retraso del bus ambas chicas llegaron al campo con 15 minutos de retraso, lo que Chiara agradeció internamente. Antes de entrar al vestuario todas las jugadoras siempre se quedaban hablando fuera y ella nunca sabía qué decir, al no entrenar con el resto del equipo nunca se enteraba de lo que hablaban y no tenía tanta confianza con ellas como para intentar meterse en la conversación y siempre resultaba súper incómodo.
Llegar tarde significaba que ya estarían todas en el vestuario cambiándose y ahorrarse la charla anterior no era algo que le preocupara.
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Fuera de Juego -KiVi-
FanfictionTras ser rechazada en la ESMUC, a Chiara se le presenta una gran oportunidad en su nuevo hobby : el fútbol. Un equipo de segunda RFEF la ficha y su vida da un gran cambio, ya que sigue estudiando para volver a intentar presentarse a la ESMUC mientra...