Barbara
No sé ni que, porque madres pensé en vestirme así con un vestido tan ridículo, nunca debi de haberle pedido opiniones a mi hermana. Ahora no solo he perdido una gran oportunidad de trabajo, también he quedado como una idiota frente a ese pendejo que al final resulto que podría ser mi posible jefe. Si sigo en el camino que voy, no me quedara de otra que regresarme a casa de mis padres y seguir haciéndome cargo de una productora que extraño con todo mi ser. No obstante , los recuerdos de ese día de Connor con aquella chica se producen en i mente una y otra vez. Aun sus gemidos y sus cuerpos desnudos en la oficina del que era mi prometido me retumban en la cabeza, torturando esa fuerza de voluntad que tengo para no volver a ese lugar nunca mas.
¿Qué mas hago? Donde podre encontrar un trabajo. Ta estoy cansada de pasar por entrevistas sin éxito según por mi aspecto, y el día que decido cambiar mi imagen, pasan desastres con el dueño de la empresa. Mas salada no podía estar.
-¡ bárbara, espera! – me detuve al escuchar que alguien me llamaba.
- sí? – Fernanda venia casi corriendo atrás mío. Es una mujer extremadamente bella.
- te quiero ofrecer una disculpa ´por lo que acaba de pasar allá dentro con mi jefe, el es un poco difícil de llevar, pero es una gran persona – sonríe ladeado – ahora bien, el puesto es para ti. He visto millones de chicas y ninguna tiene la experiencia que tu tienes. ¿ te parece si hablamos del contrato y en lo que se basa el trabajo de la oficina?
- está bien
Me quede totalmente impactada por lo que me estaba diciendo. No me la creía que era conmigo. ¿qué les ha hecho cambiar de opinión? Me pregunte mientras caminaba.
-Elizalde, ¿Qué le dije? – also su ceja y con ese solo movimiento me erizo la piel. De nuevo me lanzo una mirada la cual me pone de nervios.
- al parecer no fui clara; usted me dijo que la buscará y eso hice, la señorita será su secretaria a partir de hoy – no se porque me dio la ligera impresión de que ellos tuvieron algún tipo de relación. Porque se tratan de una manera tan increíble y rara – Lee muy bien el contrato, Fernanda
Extendió una carpeta hacia mi dirección y la recibí con el brazo temblando. Porque su puta mirada no me hace sentir cómoda.
-gracias – mi boca floja me hizo decir cosas que en un principio ni siquiera pensé. No quiere que este hombre me saque de su empresa, suficiente tengo con el odio que me agarro.
Fernanda ya me había dicho en la entrevista que me dio por computadora, además ella me pregunto todo lo estipulado en el contrato. Supongo que acá manejan muy diferente el modo en el que contratan a sus empleados. Leí lo que pude, el sr. Gallardo no dejaba de observarme . sus ojos queman de mala manera mi piel. Es evidente que no le agrada la idea de que yo trabaje aquí como su secretaria. Después de haber firmado el contrato, Fernanda me llevo a conocer mi lugar de trabajo, me dio la agenda personal del sr. Gallardo y me explico cada una de mis obligaciones.
-Srita. Greco, venga conmigo- aviso el hombre cruzando por el pasillo, como rayo le seguí el paso hasta que llegamos al ascensor del edificio- le dejare dos cosas claras – escucho atentamente
– primero no quiero volverla a ver vestida ni maquillada de esa manera tan horrenda, no es vestimenta para una secretaria. Luce como payaso mal pagado. Segundo, al primer error que cometa será usted despedida. Por si no se ha dado cuenta, no estoy nada de acuerdo con la decisión que tomo Fernanda al momento de contratarla, pero no me queda de otra, siempre me han dicho que todos merecemos una segunda oportunidad así que no la desaproveche, srita. Greco.
-entiendo perfectamente Sr. Gallardo. ¿Le puedo preguntar algo? – asintió con su cabeza – si no esta de acuerdo con que trabaje para usted, ¿Por qué permitió que me quedara? Después de todo usted es el jefe, ¿o me equivoco?
Agacho su mirada y en ese momento sentí el verdadero terror. Esos preciosos ojos color verde se clavaron con los míos. Su dura mirada solo provoco que mi corazón latiera muy fuerte. Maldije mi boca por no haberme callado.
-Parte de su trabajo no es andarme haciéndome preguntas tan estúpidas
– deje de respirar ante su tono tan duro
– salga no tengo todo el día para enseñarle a verter como una verdadera profesional.
Sali primero en cuanto la puerta del ascensor se abrió. Su cuerpo cruzo por mi lado y seguí caminando. Se que este trabajo será temporal, no creo soportar ha este hombre no estoy acostumbrada a recibir órdenes, pero todo esto lo hago para poder juntar dinero y irme de una puta vez de aquí.
-Gabriela busca un uniforme para la señorita – ordeno a una mujer no tan grande esta se acercó a mí a checar mis tallas- también quítate esos feos garabatos de la cara.
Es grosero, insoportable con un humor bastante desagradable que cosas estaré pagando yo aquí.
-toma puedes ir a cambiarte al baño que está en el fondo del pasillo- asentí recibiendo la ropa en las manos.
-gracias – la mujer sonrió amable y me fui directamente al baño antes que el engreído de mi jefe me digiera algo y yo le volviera a contestar amargamente
-¿ cómo se supone que me voy a colocar esto?
Le di la vuelta a la mini falda que tenia en mis manos y negué varias veces con la cabeza . la blusa blanca se veía demasiada corta al igual que el chaleco. No hay manera en que yo me vista con ropa demasiada ajustada al cuerpo , siento que no soy yo además me siento muy incomoda . sin embargo, aun así me puse el traje y como me lo esperaba el uniforme si estaba demasiado pegado mis piernas se veían mas de lo normal y la blusa me hace mostrar mas de lo normal se ven demasiado grandes.
-ya acabo? Yo no tengo tu el día para ver si le quedo o no – no me esperaba que el señor gallardo abriera la puerta y yo me encontraba acomodando mis pechos alce mi mirada tan avergonzada.
- que demonios esta usted haciendo?
