A él no le gustaba ser infantil, no sonreía muy a menudo, no contaba sus sentimientos, nadie sabia nada de él. Pero en cambio, conmigo, él hacia las cosas mas ridículas e infantiles que puediesen existir, sonreía a cada momento en que me miraba, me expresaba todos sus sentimientos con una sinceridad poco humana, y me confeso que me amaba, porque fui la única persona a la que él dejo que lo conociera, que lo conociera de verdad.
Y lo conocí, lo conocí como nadie jamas lo ha hecho, y eso me encanta. Así ya nadie mas se podrá enamorar de él.