Por favor no me dejes sola

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Es una habitación cubierta de brillantes colores, repleto de frases motivacionales y con bastantes recuerdos de una pareja sonriente, dos chicas, una notablemente más pequeña y más calmada en cada fotografía, pareciendo que realmente no quiere estar ahí, sujetando con cierta necesidad a su amiga más alta; salvo en las fotos que hay animales, en estas sus ojos reflejan una felicidad casi infinita, siendo más visible en sus recuerdos del mini zoológico, en este sostenía con delicadeza y alimentar con entusiasmo a una pequeña borrega, con una expresión que solo refleja alegría, entusiasmo y algo de inocencia.  

   Su pareja, en cambio, tiene en todos esos momentos expresiones casi opuestas, eufórica en las fiestas, no pocas poses atrevidas en eventos sociales “normales” y un gusto casi religioso por los postres. Este gozo por la vida se contrapone a la molestia en paseos tranquilos con su pequeña compañera; en las fotografías de cumpleaños siempre tiene de rehén a Sabrin en sus brazos, que, aunque “feliz”, es imposible no notar cierta aura en su sonrisa que des inspira confianza.

   Una foto destaca de entre todas, son ambas en un aeropuerto, dándose un abraso reciproco, con una sonrisa compartida y la mirada más feliz, dulce y emocionada que puedas imaginar, con una gata en primer plano, emulando que es parte de abrazo; imagen con la leyenda “Iremos a un lugar para ser felices las 3”.

   Una noche cualquiera en ese departamento.

   -¡Eres una inútil!, piensas que puedes decirme lo que puedo hacer, no vinimos hasta aquí para seguir teniendo esas malditas limitaciones. porque sigues actuando como si fuéramos niñas, dijiste que estarías conmigo pasara lo que pasará y otra vez solo te quieres apagar…

   Lola vio con algo de pena a Sabrin mientras ambas guardaban silencio sin realmente entender como habían llegado hasta ese punto. Pero no podía quedarse así para siempre, tenía que hacer algo.

   -Si quiero salir voy a salir y no me importa si te pones a llorar, yo se que no estoy haciendo nada malo. Te invite a salir, dijiste que sí, y no sé porque ahora actúas como si la desconsiderada fuera yo, la fiesta se termina a las 4, si cambias de opinión.

   Lola salió y serró la puerta con fuerza, haciendo que el pequeño corazón de Sabrin sufriera hasta llevarla al llanto, el shock de emociones hizo que inconscientemente adoptara una pose fetal, intentando hacer como que todo estaba bien, fue entonces, al ver que su “mamá” mala se había ido, cuando la gatita miku camino hacia Sabrin para intentar consolarla, jugando y lamiendo sus manos, haciendo que su cuidadora se sintiera un poco mejor; Sabrin no pudo dejar de llorar, aun así, intento acariciar a miku esperando que todo pase.

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