En un consultorio, unos días antes.
-Lola.
La chica hace lo posible por no ver a los ojos a la consultora. Un silencio incomodo cubrió el curto. La consultora tomo aire, suspiro y le dijo -todo esta bien entre tu y Sabrin.
-Sí, porque lo menciona.
-Estos días hemos tenido llamadas anónimas diciendo que quizás no están teniendo el ambiente más sano, además de reportes sobre una posible enfermedad no tratada adecuadamente.
Lola notablemente molesta respondió.
–Mire, mi estimada, No voy a permitir que gente entrometida venga a meterse en Mi vida y trate de amargarme la vida, si en serio cree que hay algo malo entre Sabrin y yo, márquele y ella le dirá.
La consultora miro con desagrado la actitud de Lola, pero pensó que sería mejor salir de dudas antes que seguir hablando con ella.
El teléfono de Sabrin comenzó a sonar, tardo en responder la llamada.
-¿Qué paso?.
Exclamo con un tono notablemente apagado, como si hubiera estado llorando.
-Soy la consultora Maribel y he recibido algunos reportes sobre tu salud y quiero saber si has estado tomando tus medicinas adecuadamente.
-Eh, sí, creo que sí.
-Voy a ser directa Sabrin, hemos notado que sales cada vez menos, ha habido reportes de gritos en tu departamento y varias de tus vecinas te han visto llorar. ¿Puedes decirme que ha pasado con tu compañera?
Hubo un silenció de varios segundos.
-Nada, todo está bien, gracias por preocuparse.
Colgó la llamada.
Por ese momento la expresión de asco-repudio de Lola desapareció y en su lugar mostro una sonrisa burlona.
-Le dije, todo esta bien entre nosotras, solo me hizo perder el tiempo.
Lola se levanto de la silla y camino hacia la puerta.
A último momento se dio la vuelta y para joder antes de irse le dijo a la consultora.
-Espero que me mande algo para disculpares, maldita entrometida.
Más tarde ese mismo día en su hogar.Sabrin estaba alimentando a Miku, la acariciaba suavemente y sonreía al ver a la carita de la gata. Mientras disfrutaba del placer de ver comer a su mascota alguien abrió la puerta, asustando mucho a Sabrin, pensó que Lola había llegado de imprevisto, aunque rápido se calmó al ver que era Lyia.
-Hola Sabrin como estas.
Exclamo la chica y paso a la habitación como perro por su casa, cerró la puerta y le dijo con voz tranquila.-Oye, te vengo a invitar a la fiesta que vamos a hacer acá a la vuel… estas bien, porque estas tan espantada.
-No es nada, este, no, ese día me voy a quedar, había quedado con Lola para ver el final de “Desencanto” y, lo siento.
Acabando de decir eso, Sabrin sonrió incómodamente esperando que Lyia se fuera antes de que Lola llegara.
-¿Okey? Y porque no ven después la repetición, no creo que a tu noviezota le moleste salir de fiesta gratis.
Sabrin notablemente más preocupada le replico, casi rogándole.
-Por favor entiende, gracias por invitarme, pero ya no quiero ir.
-Tranquila, vamos a calmarnos y no pasa nada.
Concluyendo esas palabras se acercó con calma a Sabrin y puso sus manos sobre sus hombros para calmarla.
En ese momento la puerta se volvió a abrir y esta vez sí era Lola.
Había llegado enfurecida y en cuanto vio a “esa tipa” poniéndole las manos encima a Sabrin, su rostro solo reflejo un desagrado doble por la situación.
Sabrin nerviosa solo atinó a decir tartamudeando.
-Ho ho ho hola, que bueno que llegaras, ¿cómo te fue?
Sabrin aguanto como campeona el inhumano miedo que sentía mientras conseguía de quien sabe donde el valor para sonreír en ese momento.
-No me fue mal y que hace ella aquí.
-Vine a invitarlas a una fiesta en nuestro departamento, va a ser bajando la calle en el salón de rosas.
-Gracias por invitarnos.
Terminadas estas palabras, señalo con su brazo la salida mientras sonreía ocultando su odio.
-Está bien, ahí las esperamos. Hasta luego Sabrin.
Lyia saludo alegremente a Sabrin antes de salir del departamento. A lo que Sabrin impulsivamente le respondió alegre.
Lola cerró la puerta con calma, hizo contacto visual directo con Sabrin y sin perderlo en ningún momento se le acercó lentamente, y justo cuando estaba enfrente de ella se le acercó a la oreja y de una manera muy sexi le dijo.
-Te espero en el cuarto, hoy fue un día Muy estresante.
Dándole una pequeña caricia en la cintura y un suave beso en el cachete izquierdo.
A lo que Sabrin, muy confundida, se alegró y la comenzó a seguir.
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Arcopoli
RomanceEsta historia tiene todo, acción, drama, engaño, frustracion, suspenso, manipulación y mucho, pero mucho abuso entre parejas. No podemos hacer más que invitarlos a ver cuanto maltrato puede sufrir una persona en 8 semanas.