Me quedé pasmada después de oír eso, ¿Yo era la salvación o la destrucción? ¿Como? ¿Por qué? Mí cabeza daba vueltas tratando de entender cómo llegué a este punto, tratando de entender cómo fue que todo ese peso y responsabilidad había pasado a mí, me levanté temblorosa y comencé a tomar varias respiraciones, no, era imposible que fuera yo. No había lógica en nada de eso, no había algo que me dijera que estaba destinada a ellos.
«Su inmortalidad custodia algo.»
—Oh buenos Dioses, ¿Mi inmortalidad está cuidando la última brasa de vida?
—Las cenizas de ella, pero sí.—Me giro para ver a Alden, completamente desesperada—Es una larga historia de cómo todo esto recae en tí.
—Tendrás que hacerte el tiempo, Alden porque estoy cansada de no recibir respuestas.
—Axlan, Harvey lleven a Aelin a su habitación —Estoy por protestar pero él levanta su mano para callarme—. Mañana hablaremos más tranquilos, esto es más grande de lo que crees y no podemos darnos el lujo de que estés cansada.
Sin decir una palabra más, se fue a sentar a su escritorio y esa fue señal suficiente para que los tres nos retiraramos de ahí. Axlan y Harvey se veían de reojo cada tanto y el hecho de que estén ocupando la impronta para chismosear de todo esto no me agradaba demasiado pero no podía pensar en ello ahora, tenía que digerir el hecho de que soy la próxima en ser Primal de vida.
Para empezar, ¿Cómo te haces Primal? ¿Cómo es que tengo que ser como Primal? ¿Debo actuar igual que Casteel? ¿Cómo Phoenix o Dorian? Miles y miles de preguntas se formaban en mi cabeza y no podía responder ninguna de ellas, no tenía la información para responderlas, no tenía nada, solo un puñado de información completamente abrumador, no tenía la historia de trasfondo, no tenía una sola pizca de información más que eso. Qué yo era la Primal de la vida.
—Hasta aquí escucho los engranajes de tú cabeza funcionando—Axlan se pone a mí lado y mira mí rostro con el ceño fruncido—. ¿Cómo vamos a hacer que tú inmortalidad vuelva a salir?
—Eso lo veremos mañana, Axlan. Debe descansar, teniendo en cuenta que ha recibido demasiada información el día de hoy—Harvey abre la puerta de una habitación y me hace una seña con la cabeza—. Ponte cómoda, tienes un baño, un armario con ropa, la cama, una terraza y demás. Mañana vendremos temprano a verte.
Con un suspiro de rendición, asentí y me despedí de ambos. La puerta se cerró y me quedé sumida en un silencio sepulcral. La habitación estaba tan callada y solitaria que cada acontecimiento que ha pasado hasta ahora cayó sobre mí como un balde de agua fría.
No había notado la falta que me había hecho procesar cada hecho, hasta ahora. Los había ocultado debajo de una alfombra todo esté tiempo y había decidido no pisar esa sala hasta que me sintiera preparada para sacar esa basura, pero no había tiempo de sentirme preparada para eso, tenía que empezar a sacarla para poder tener el espacio lo suficientemente limpio para recibir lo que iba a venir.
Y tenía que empezar a procesar todo desde ya o eso me iba a pasar factura.
⋆☾⋆
Un fuerte rugido me despertó de golpe, me senté asustada sobre la cama y un pequeño grito salió de mis labios al ver al pequeño dragón de escamas morado oscuro en la cama, comenzó a dar saltos en la cama y recostó su pequeña cabeza en forma de diamante sobre una de mis piernas, una pequeña risa provino de la puerta y cuando miré para saber quién era, ví a los hermanos apoyados sobre el marco de la puerta.
—¿Hembra o macho?—susurro mientras miraba a la criatura recostada en mí pierna—. ¿Nombre?
—Hembra, su nombre es Clover y es hija de Alden y Maliah—Clover al oír su nombre levanta su cabeza y corre hasta Axlan—. Hola, pequeña. Bien hecho al despertarla.
ESTÁS LEYENDO
An ember of fire.
FantasíaLa verdad había sido revelada, ahora Aelin tenía un peso más que agregar a sus hombros y todo comenzaría a pasar más temprano que tarde.