capitulo 2

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Cami.

— Que fin de semana. — Hablo sarcásticamente Santi.

— Ni me lo digas.

— Oye, ¿Pero como tus papás conocen lugar?

— Les gusta hacer obras de caridad y esa cosas y me comentaron que a Juliana la conocen desde que llegó pues se enamoraron de ella pero no podían adoptarla.

— ¿Por que?

— Eran muy jóvenes y ni mi papá ni mi mamá tenían el puesto de trabajo que tienen ahora y allí fue cuando nació mi hermano asi que por un tiempo se les fue la idea.

— Te imaginas que estén planeando adoptarla ahora. — Rió.

— Ja ja ja. A mis papás ya les basta con mi hermano y conmigo.

— si, pero tú dijiste que para ellos es como la hija que siempre quisieron.

— Si pero no creo que estén pensando en eso y espero que ni se les pase por la cabeza. Mejor vamos a buscar en que salón nos toca.

Era un nuevo año y al serlo teníamos que buscar nuestro salón para llegar a tiempo y sentarnos juntos.

Mientras caminábamos chocamos con Olga, una chica un grado menos que nosotros y que ha estado enamorada de Santi desde que lo conoció o sea hace cinco años y todos sabemos que le gusta menos el, obvio.

— Ay perdón, no los vi. — Se acomodó sus lentes y se iba a agachar a recoger sus libros pero Santi la detuvo, este Man es coqueto por naturaleza.

— Tranquila, nosotros también veníamos distraídos, por cierto ¿Sabes dónde está nuestro salón?  — Le extendió el libro.

— Si, está arriba, a la derecha en el fondo.

— Gracias Olguita. — Le acarició la mejilla.

Apuesto lo que sea a qué le dio algo.

Subimos y nos dirigimos al salón, nos hicimos en la última fila que era la de la ventana y obviamente de últimos.

Las primeras clases eran de introducción y esas cosas así que la mayoría no presto atención

Hasta que llegó el momento de ir a desayunar lo cual eran 30 minutos así que nosotros salimos como todos.

En el restaurante nos sentamos junto a Natalia y makis quienes eran compañeras nuestras también.

Todo transcurría normal hasta que la vi a ella entrando a el restaurante.

— ¿Que?

Juli.

Estaba demasiado nerviosa puesto que va a ser mi primer día en un colegio muy prestigioso de Bogotá ya que me gane una beca con mucho esfuerzo.

— ¿Lista hija? — Me pregunto la hermana Susana en el marco de la puerta.

— No, estoy demasiado nerviosa.

— Es normal pero tranquila que yo sé que lo vas a ser increíble. Ahora mejor vete para que no llegues tarde, mira que es demasiado lejos.

Asentí, me despedí de ella y salí del hogar. Tome un autobús hasta llegar al colegio el cual no era para nada parecido al que yo estaba, ni en lo grande ni nada. Suspiré y entre, después de preguntar dónde estaba mi salón me ubique en un asiento un poco aislado pues no quería llamar mucho la atención, pero fue inevitable, Es como si a este colegio no entraran estudiantes nuevos todos los días porque todos, absolutamente todos me quedaron viendo raro.

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