Capitilo I - El comienzo

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22 de Marzo del 2017

*Nyx*

Al principio me daba miedo la oscuridad, estar sola y que está se apodere de mi me aterraba, pero con el tiempo uno se acostumbra, me acostumbré a esa oscuridad que me rodea, de alguna forma logre sobrevivir, porque eso era lo que yo hacía, SOBREVIVIR, pero ¿Qué era lo que causaba esa oscuridad en mi mente? ¿Era algo normal, que todos tenían?

Todo el tiempo me sentía fuera de órbita, nunca nada encajaba en mí y yo nunca encajaba en nada, definitivamente no era como las demás personas, o como las chicas de mi edad. A pasar de los años, me di cuenta de que esa oscuridad que sentía era parte de mí, parte de mi alma, y no podía hacer nada para sacarlo.

Pero no solo era esa oscuridad, había algo más algo que aún no lograba comprender, era una sensación que era muy difícil de explicar,  ya no podía seguir luchando con aquello que no tenía explicación para mí. Mi mente era un poso oscuro y sin fondo cada vez que buscaba entender sobre lo inexplicable.

Mis padres habían quitado de la lista de ayuda un hospital psiquiátrico, pero ya ni ellos entendían lo que en mi mente ocurría, nunca lo entendieron y creo que nunca lo harán.

Hace tres meses en la cena de año nuevo, me dieron la noticia de que iba a ser internada en un hospital psiquiátrico, que a la vez funcionaba como instituto, y no tenía problema con ir hasta que mencionaron lo del instituto, nunca había ido a uno, siempre tome clases en línea y la idea de estar rodeada por muchas personas me aterraba, pero sabía que la hora de enfrentar la realidad había llegado, y que no había nadie quien pudiera salvarme de esto.

Luego de tres meses de larga espera el día había llego.

Y puedo decir que no estoy preparada ni un poco a lo que voy a enfrentarme, tengo miedo, mucho miedo, pero esta vez no hay lugar para el miedo.

No había podido dormir por el ansia del viaje y de esta nueva vida que tendré, es por ello que tengo unas enormes ojeras que me hacen ver como un mapache.

Observo el reloj que tengo sobre mi escritorio y marcan las 06:30 am, según mi madre, saldríamos a las 08:00 am y que sería un viaje de cuatro horas y eso no me emocionaba para nada, estar lejos de casa sinceramente no me hacía mucha ilusión.

Estaba por entrar al baño a darme una ducha cuando escucho que alguien toca la puerta.

–Pase – veo como mi madre se asoma en la puerta.

–Pensé que seguirías dormida.

–No pude dormir – es lo único que respondo.

–Tu padre está abajo, esperándote para desayunar, baja cuando termines.

–No tengo mucho apetito, pero bajare enseguida – ella asiente y se vuelve a ir, no sin antes decir:

–Esto lo hacemos por tu bien, porque estamos preocupados por ti y queremos lo mejor – su voz me da un poco de seguridad.

–Está bien, no te preocupes sabía que en algún momento terminaría yéndome a algún loquero – musito con un poco de rabia.

–Tú no estás loca – defiende mi madre – eres diferente y eso te hace ser especial – se acerca y toma mi mano – Tú eres realmente especial, y no digas que estás loca, porque no es así, nunca lo será.

Ella me envuelve con un abrazo reconfortador, y quisiera que ese abrazo sea eterno.

–Date una buena ducha que te hace falta – se ríe y se aleja – Baja cuando estés lista.

DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora