Príncipe sapo, príncipe bestia.

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La dulce voz de su madre narraba por duodécima vez el mismo cuento de hadas, ese que le contaba esperando que en el futuro el corazón de su dulce hijo fuera bondadoso, correcto y siempre cumpliera sus promesas.
El cuento terminó como todos, con un príncipey una princesa  casados y la frase vivieron felices para siempre.
Al haber escuchado tantas veces el cuento, ya no le causaban ensoñación, sino dudas, cada día salían mas y mas dudas y aun a pesar de su pequeña edad, cuestionaba lo narrado.
—¿Todos los sapos se convierten en príncipes?
—No, no todos. Solo los príncipes que estaban encantados.
—Yo no dejaría que un sapo bebiera de mi vaso, comiera de mi plato o durmiera en mi cama. Los sapos dan asco.
—Entonces no lo prometas. Si lo prometes, debes cumplirlo. Y las recompensas por cumplir tus promesas, siempre son buenas. Ahora a dormir Baekhyun.

Baekhyun soñó no solo con sapos convertidos en príncipes, sino todo un zoologico haciendo fila delante de él, quien ya tenía los labios hinchados de tantos besos repartidos, asi que al levantarse, se sentía con la experiencia necesaria para decir que podría besar a cualquier animal, excepto a los anfibios.
Ese día, la maestra les dijo que harían una obra teatral para el fin de cursos y cuando decidieron el cuento de la bella y la bestia, donde otro animal, después de un beso, se convierte en humano. Baekhyun entonces pensó seriamente que las brujas eran un problema grave y comenzó a temer a las ancianas, más si estas tenían verrugas en su rostro, pues según los cuentos, así es como se veían ellas. Cada que veía a una anciana sonriente, buscaba las verrugas y tanto si las encontraba como si no, se escondía tras las piernas de su madre, él no era un príncipe, ni un alfa, pero por si las dudas no quería tentar a una bruja y que le pasara lo mismo que a blanca nieves.
Un buen dia, mientras ensayaban la obra, la niña a la cual le habia tocado representar a bella, llego vestida con su traje amarillo de princesa y, auque la verdader La bella no traia una corona, la niña se habia puesto un cono en la cabella del cual le colgaban tiras brillantes. Todos admiraron su vestido, todos menos Baekhyun, que no quería por ningún medio, ser una princesa. Cuando la niña resultó elegida para llevarse a la mascota de la clase y ya habían pasado por al menos la mitad de sus compañeros, Baekhyun por fin se le acercó
—HeeJin. Deberías tener cuidado con eso.
—Conque? Con Toktok? ¿Por qué?
—Porque es un anfibio y a las brujas les gusta convertir príncipes en anfibios y tú eres una princesa.
—¿Crees que se convertirá en un príncipe? ¿Lo besamos?
—Yo no besaría esa cosa! Si tengo que besar algo, prefiero que sea un chango
—Yo si quiero casarme con un príncipe — replicó Heejin y sacando al gecko de la jaula, sosteniendola con fuerza ya que no dejaba de removerse queriendo escapar, lo acercó a sus labios y lo beso. Baekhyun se había tapado los ojos con las manos, más convenientemente había dejado espacio entre sus dedos para observar al gecko transformándose en un príncipe.
Pasó un minuto… pasaron dos minutos… y lo único que pasaba es que el gecko se removía con mayor insistencia dentro de la pequeña mano.
—¿Por qué no se vuelve un príncipe? — preguntó Baekhyun, dejando sus ojos por fin libres. —¿Debes aventarlo? —Sugirió, recordando que en la historia del príncipe sapo, la niña lo había arrojado de su cama.
—¡Sí! cómo podría transformarse en mi mamo? Es muy grande. Debo aventarlo!!
Y al decirlo, lo arrojó con fuerza hacia la puerta del aula, que gracias a los cielos se abría para dar paso a la maestra que llamaba a uno de los niños. El gecko aterrizó con fuerza en el mandil de la mujer, que al sentirlo brincó por el susto.
Tanto Heejin como Baekhyun quedaron excluidos del cuidado del gecko y fueron reprendidos no solo por su profesora, sino también por sus padres.
—¡Me mentiste!! — reclamó Baekhyun a su madre cuando lo reprendió — Dijiste que los principes encantados si existían y no es verdad!! Heejin era una princesa y el príncipe no se transformó!
—Baekky, los príncipes si existen, pero antes deben ser encantados! Ese no era un príncipe, era un pobre gecko viejo, pudieron matarlo!
Baekhyun se enfurruñó todo el día y solo al final de la noche pidió perdón a su madre por gritarle y pidió otro cuento para dormir.
—Mamá dice que antes deben estar encantados. Que solo era un gecko, nos equivocamos. — a la hora del receso, Baekhyun hablaba con Heejin de su error y la niña al parecer había concluido lo mismo.
—Mamá dice que mi hermano fue embrujado — susurró entonces Heejin — Que por eso es un perezoso.
—¿Lo transformaron en un oso perezoso? — preguntó Baekhyun sorprendido y vio a Heejin pensar durante mucho tiempo. Su hermano tenía el cabello largo, andaba siempree desgarbado, tenía grandes orejas…
—Creo que fue como en la bella y la bestia. Lo convirtieron en una bestia, eso explica que sea muy feo.
—¡Debemos conseguir una princesa!! Heejin! Ponte el traje de princesa y besalo!!!
—¡No voy a besar a mi hermano! Guacala!! Mejor te presto mi traje y lo besas tu!
—Solo voy a besar changos.
—Pues es orejón, ¡te imaginas que es un chango!! Si? Hay que quitarle el embrujo!!

La fiesta de cumpleaños de Heejin sería pronto y como vestiría de princesa, planearon todo para perderse e intercambiar la ropa.
Baekhyun llegó vestido con un conjunto de short, camisa y boina, se veía lindo como cualquier doncel de su edad, pero se veía más linda Heejin, con un vestido tan amplio en color lila, una corona y un cetro.
—Mamá!! Le mostraré a Baekky mis regalos!!
—No tardes mucho, ya vamos a partir el pastel!!
Heejin lo tomó de la mano y subieron juntos las escaleras, espiando a su adolecente hermano a través de la puerta entreabierta de su habitación. Baekhyun comprobó que ese hermano estaba embrujado. Su cabello largo y feo igual que el de la bestia, las orejas grandes, la cara cubierta de granos rojizos y los dedos gordos que rasgaban la cuerda de la guitarra… definitivamente tenía que salvarlo.
Tardaron demasiado al intercambiar sus ropas, pues aunque ya eran grandes, sus madres aun les ayudaban con cosas como los cierres de los vestidos o los botones demasiado pequeños. Heejin ya había escuchado que su madre le llamaba un par de veces pidiéndole bajar y metía prisa en Baekhyun para que terminara de ponerse la corona. Al final se rindieron, con el vestido mal cerrado y la corona medio caída caminaron hacia la habitación del hermano de Heejin.
—Chanyeol? — llamó con cuidado y el chico de escasos trece años volteo a ver a su hermana
—Porque estas vestida como niño? Mamá se va a enojar y va a recalar conmigo, cambiate antes de bajar.
—Mmmmmmmm quieres desembrujarte?
—¿Quieres dejar de ser estúpida?
—Mmmmmmmm mamá dice que estas embrujado
—Esa vieja bruja está loca.
—Mmmmmmm ven. Agáchate, te diré un secreto
Chanyeol volteó los ojos, dejó de rasgar la guitarra y bajó hasta el nivel de su hermana.
—Puedes ser principe de nuevo si cierras los ojos — susurró en su oído y Chanyeol, a pesar de que por su edad cada vez toleraba menos a su hermana, rió con fuerza, más esta se emberrinchó, cruzándose de brazos y componiendo un puchero. —¡No estoy jugando! Muestrale Baek!
Apareció el niño vestido con el traje de cumpleaños de su hermana y Chanyeol se rió más fuerte. Aunque era evidente ser un pequeño doncel, el cabello corto evidenciaba que era un niño. Concluyó que jugaba a que era algún hada madrina y después de ver como ambos pequeños se enfurruñaron, les siguió el juego
—Bueno, cerrare los ojos — prounció Chanyeol, aún agachado al lado de su hermana y ésta cambió su mirada a una determinada.
—Heejin, baja ya !! — escucharon de nuevo y la niña le metió prisa a su amigo, pues los pasos de la madre por la escalera se dejaban escuchar.
Baekhyun suspiró, tomó las mejillas de la bestia y se acercó a sus labios. El adolescente abrió los ojos de inmediato y su visión estaba eclipsada por el niño vestido de princesa besándolo. Su madre eligió ese preciso instante para llegar y al ver la escena comenzó a gritarle… a él.

—¡Qué rayos haces Chanyeol!! Es un bebé!!
Y a la par de las palabras, lo golpeaba con las palmas
—Él lo hizo! Él lo hizo! Yo no hice nada!! Fue Heejin y él, preguntales!!!
Los pequeños estaban decepcionados del resultado y miraban con tristeza la escena. Cuando la madre por fin le medio creyó a su hijo, cuestiono a los menores.
—¿A que estaban jugando?
—No jugamos.. — contestó Heejin, decepcionada, soltando un suspiro
—Queríamos desencantarlo, para que dejara de ser una bestia, pero fallamos. — intervino Baekhyun, igual de decepcionado
—¿Una bestia? — pregunto confundida la madre de Heejin, mientras observaba a su adolescente sobarse los golpes.
—Para que dejara de ser un perezoso — explicó la niña. —¡Ni modo! Supongo que mi hermano solo es feo y no estaba encantado
—¡Tonta!! ¡No soy feo! Soy muy guapo pero estoy creciendo!! Pero esta se las vas a pagar…
—No le digas tonta a tu hermana, agradece que quiera hacerte un favor! — contestó la madre, regañandolo de nuevo.
—¡Me robaron mi primer beso!!! ¿Por qué no la regañas a ella? Porque me sigues regañando a mi? ¡Esto no es justo! nadie es justo conmigo, solo la quieres a ella. Vayanse, quiero estar solo!!!
La madre suspiro, le dirigió una sonrisa a los niños, los tomó de las manos y bajó con ellos para partir el pastel.

En la foto de recuerdo, Baekhyun aún vestía el vestido lila con corona y la niña los short y la boina, ambos sonreían y sostenían juntos el cuchillo partiendo el pastel. Chanyeol, que había sido obligado a bajar, le dirigía una mala mirada al niño que le había robado y regalado, su primer beso.

Our Fairytale ~찬백~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora