La Nueva Constelacion De Arc V

La Constelacion De Plata

El sol del mediodía inundaba la carretera mientras el viajero se acercaba a la imponente ciudad de Maiami. A lo lejos, las altas torres brillaban bajo la luz del día, reflejando los destellos del sol en sus cristales. El aire vibraba con la emoción de la actividad urbana, y el bullicio de la ciudad se filtraba incluso hasta los confines de la carretera solitaria.

El viajero ajustó sus gafas de sol y se enderezó en su asiento, sintiendo la anticipación palpable que llenaba el aire. Maiami, la ciudad del entretenimiento y los duelos de monstruos, se extendía ante él con promesas de aventuras y desafíos. Mientras su vehículo avanzaba por las calles bordeadas de edificios altos, el viajero no pudo evitar maravillarse ante la energía única que caracterizaba a esta metrópolis

Conductor: y que lo trae a esta ciudad joven? *preguntaria el conductor mientras mantenia su vista en las calles* 

Chico: Eh oido muchas cosas sobre esta hermosa ciudad y como me gusta viajar eh decidido venir a comprobar todo los rumores y hasta ahora lo que veo, la forma que me contaron que era no se compara al verla con tus propios ojos *diria observando las calles*

Conductor: jajaja me alegra oir eso joven, eh vivido aqui mucho tiempo y se que todo esta magia lo hacen los propios ciudadanos que avivan cada dia más esta hermosa ciudad haciendola un buen lugar donde poder vivir o pasar el tiempo

Chico: Amen por eso  *diria emitiendo una leve sonrisa*

A medida que se adentraba más en la ciudad, pudo ver a los habitantes de Maiami en plena actividad. Duelistas jóvenes y entusiastas practicaban sus habilidades en las plazas, intercambiando cartas y estrategias con una pasión contagiosa. Los comercios lucían decoraciones extravagantes y llamativas, anunciando torneos y eventos que atraían a multitudes ansiosas de presenciar duelos épicos

El vehículo del viajero se detuvo frente a un pintoresco parque en el corazón de Maiami, donde los árboles altos proporcionaban sombra refrescante y el sonido de las aves llenaba el aire con una melodía suave. El viajero descendió con calma del vehículo, inhalando profundamente el aire fresco y lleno de energía de la ciudad

Chico: gracias por traerme señor *de una pequela bolsa que traia saca su billetera para tomar una cierta cantidad de dinero pagando al conductor por el viaje* quedese con el cambio *diria para desperdirse del coductor y luego ver el parque con una sonrisa*

Con paso decidido, se adentró en el parque, dejando atrás el bullicio de la calle principal y sumergiéndose en la serenidad del entorno natural. El césped verde se extendía ante él, salpicado de bancos de madera y estanques llenos de nenúfares vibrantes. Los senderos serpenteaban entre los árboles, invitando a los paseantes a explorar cada rincón del oasis urbano.

El viajero se detuvo junto a un estanque tranquilo, donde los peces nadaban perezosamente entre las hojas de loto. Se quitó las gafas de sol dejando ver un par de ojos azules brillantes y luego guardó los lentes en su bolsillo, permitiendo que sus ojos se ajustaran a la suave luz del sol filtrada por el dosel de las ramas. Una sensación de paz y tranquilidad lo envolvió, y por un momento, dejó de lado las preocupaciones del viaje y se permitió simplemente disfrutar del momento.

Chico: Por fin aqui todo lo que me contaron era verdad, es tan hermoso como lo describieron hasta más de lo que las palabras podrian decir jeje *Observando a su alrededor, el viajero notó a otros visitantes del parque: parejas paseando de la mano, niños correteando entre los árboles y artistas callejeros mostrando su talento en los rincones más apartados. La diversidad y vitalidad de la ciudad se manifestaban incluso en este remanso de naturaleza, recordándole al viajero que Maiami era mucho más que solo torneos de duelos y competiciones*