𝓒𝓱𝓸𝓬𝓪𝓻 - 𝓜𝓪𝓻𝓴 𝓕𝓕

cuatro 𐙚⋆.˚

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:: tercera pov::

Changmin había arruinado completamente su humor criticando su cocina. Había llegado temprano a su casa para preparar un Fricasé de Pollo y Champiñones casero para Changmin y para ella porque estaba de muy buen humor y tenía un antojo desesperado de comida casera. Sin embargo, Changmin le echó un vistazo y la tiró al garaje delante de sus narices. Ella se fue furiosa después de ese acto que él hizo. Vagando por las calles, sin ningún lugar a donde ir, tropezó con un bar. Tomó unos tragos, su cerebro finalmente se asentó en la vida que estaba viviendo.

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Cabreado por el trabajo que le había asignado su profesor, más aún, que estaba a punto de vomitar. Salió de su apartamento para respirar aire fresco, paseando por un parque aislado. se columpió en el columpio mirando las estrellas. aburrido como una ostra, ¿qué otra cosa se puede hacer un jueves por la noche? ir al bar.

Se sorprendió al verla, reconociendo su hermoso perfil lateral, consumiendo varios chupitos. Lenta y cuidadosamente, tomó asiento junto a ella. Sin embargo, no desvió su atención más que a los vasos de chupito vacíos que tenía delante. Pidió una botella de soju mientras su atención se centraba en la bailarina.

"La gente espera que los artistas usen su arte para expresar emociones, pero a veces son tontos, no saben comportarse a su edad y actúan como bebés malcriados", dijo ella bruscamente, con tono irritado, pero lo interesante fue que colocó suavemente el vaso de chupito que tenía en la mano sobre el mostrador.

"¿Tú también estás enfadada con alguien?", dijo devastado.

"No, sólo con los artistas estúpidos", suspiró ella, girando lentamente la cabeza hacia Mark. Como él ya la estaba admirando, trabaron contacto visual. Ella se sintió imitada por él, la miraba como si fuera una bella estatua expuesta. Pensando lo peor y en estado de embriaguez. Ella levantó la mano y en un movimiento de balanceo, le dio una bofetada. La bofetada fue tan fuerte que dejó una marca roja en el joven. Al darse cuenta, descubre que acaba de golpear al hombre que tiene delante. Sintiéndose culpable, saltó de la silla y se puso de rodillas, llorando y pidiéndole disculpas al mismo tiempo.

Él se queda de pie, en estado de shock, intentando asimilar la bofetada de la misma mujer que le suplica perdón. Al darse cuenta del estado en que se encontraba, se levantó de la silla. Calmó a Yuseo profusamente, luego la puso de nuevo sobre sus dos piernas, pero ella seguía sollozando, ahora en el calor de su pecho. Rápidamente sacó su tarjeta y pagó su bebida y los diecisiete chupitos de ella. Pidió disculpas al camarero y a la gente del bar por haberla molestado y la sacó rápidamente del local.

La frialdad del invierno les golpeó con una brisa fresca pero gélida. Tomó aire y miró las estrellas, teniendo por fin tiempo para dejar que su mente se calmará. Volvió a mirar a Yuseo, dándose cuenta de que ella nunca se compró un abrigo cuando vino al bar. Estaba tan enfadada que olvidó llevarse el abrigo al bar. Siendo el caballero que es, se quitó el abrigo y se lo puso en el hombro mientras ella seguía llorando en su pecho, le sonrió y se rió para sus adentros de cómo un jueves por la noche al azar, tenía a una chica llorando en su pecho. pero entonces su mente se desvió a otro pensamiento. ¿Quién podría haberle dado a esta elegante mujer un terrible estado de ánimo? entonces intentó entablar una pequeña charla con ella.

"Señora, ¿sabe dónde está la dirección de su casa?", le preguntó en voz baja mientras la niña levantaba lentamente la cabeza de su pecho, mirándole con sus ojos llorosos. Ella no contestó a su pregunta, sino que respondió

"No quiero ir allí", admitió, mirándole directamente a los ojos. Haciendo que él se doblará y se sonrojara. Ella ya era una belleza pero verla en estado de embriaguez hizo que le gustara aún más.