°The Guitarist° || Baby Miko

"Tan cerca pero tan lejos"

ERAN LAS 8:56 DE LA MAÑANA, Victoria estaba bajando las escaleras de su casa, con un largo bostezo.

- Hasta que despierta la enamorada.- Habló Mauro.

Mariana lo miro y el dejo de sonreír, Victoria solo bostezaba y bostezaba.

- Mauro, Victoria tiene novia, calmate.

- Ay Mariana, como tú jode, déjame con mi ship, además - Miró hacia los lados - Israel nunca me ha gustado para Vicky- susurro.

Mariana negó con una risa baja.

- Y ustedes de que se ríen? - Preguntó Victoria.

- De nada. - Respondió Mariana rápidamente.

Un "Mmjum" salió de los labios de Mauro.

- Oye, la chica de ayer, qué te pareció?

Victoria miró a su amiga confundida.

- La guitarrista. - Explicó mejor.

- Oh, muy linda.

- Y ya? - Está vez preguntó Mauro.

- Pues, qué les dijo, me gustó, pero tengo novia...

- Eso no se hace, Vicky. - Regañó Mariana.

- Si mamá, lo sé lo sé. - Se burló.

Los tres se hicieron un sándwich de jamón y queso para desayunar.

10:26 A.M.

- Voy a comprar jugo de naranja y pan, ya se acabó. - Avisó Mariana.

- Voy contigo. - Dijo Victoria.

*Por otro lado*

- MA! - Gritó "¿?"

- Dime!?

- Ya me voy.

- con qué permiso?

- Uy, con el de mi papá. -

- Bueno, dale. - Dijo y sonreí burlona.

Agarré mi bolso y salí de la casa, afuera estaba mi moto, me puse el casco, arregle mi pantalón y me subí en esta, yéndome de una vez.

Mis amigos me habían invitado a comer con otros chicos, la verdad es que no conocía a nadie ahí, solo a ellos. Pero nunca les rechazaría una salida, primero muerta.

Estaba en un semáforo parada cuando empezó a sonar mi celular, me límite a ignorarlo y seguir como si nada, pero esto no ayudó en nada.

El teléfono seguía y seguía sonando.

Me cansé y contesté, era mi hermana, me había llamado para nada, literalmente. Justo cuando estaba guardando el celular el semáforo se puso en verde, y todos empezaron a pitarme con la bocina del auto, ¿tanta mala suerte tengo?

Lo pude guardar apurada y aceleré.

(...)

- Que onda, Liza' - Me saludó Santi, mi mejor amigo.

- Todo bien, Santi, tú?

- Bien, bien, vamos a donde los demás.

Asentí y caminé con él.