Prólogo.

1.3K 77 53
                                    

»»——⍟——««

Tus ojos azules, tan hermosos y brillantes como siempre.

Te amo Satoru. De una forma que no te imaginas.

Me alegra haberlo notado.

Justo ahora.

.・。.・゜✭

Las noches en Japón eran tranquilas en su mayoría, siempre siendo lluviosas y nubladas. Con aires fríos y primaverales. En una de las grandes mansiones había muchos hombres vestidos de traje. Entre ellos un albino, que parecía tener una ansiedad clavada en la tráquea.

Tenía que presentar a su familia en la gran cena. En un principio esa fue su idea. Y no tuvo ningún problema con ello. Si no que ya casi amanecía. Y la gente no pensaba irse a sus casas.

Aunque entendía que había personas que apreciaban el evento, el no era una de ellas. Quería simplemente irse de allí y desaparecer.

Y no era necesariamente por que le fastidiara la cena.

Era que alguien le estaba esperando con urgencia.

—Satoru.

El albino dejo de mover su pierna con notable ansiedad. Sonriendo como su cuerpo le permitiera. Se acercó a su tía luego de escuchar que la cena estaba por empezar.

Apagó el celular antes de irse.

»»——⍟——««

Luego de la larga y molesta cena, Satoru termino por anotar todo aquello que consideraba importante. Y se alejó con su cuaderno al final de el gran movimiento de personas. Prendió su teléfono, ahora con mirada caída más que asustada. Al entrar a chat de un corazón negro entre abrió los labios al terminar de leer.

—“Te quiero en casa ahora. Satoru.”

El mensaje había sido enviado hace dos horas.

El albino se escapó, por no decir que su vida dependia de eso, cuando técnicamente lo hacía. Al bajar camino con su traje perfumado por las calles mojadas de Tokio, saludando personas. Corriendo. Realmente podía pedir algún metodo que le ayudará a llegar más rápido. Pero es que no se sentía posible quedarse quieto en un coche hasta el lugar que suele llamar hogar.

Hoy era su aniversario.

Ya llevaba aproximadamente unos 5 meses con su pareja. Se mordió el labio. Debía estar allí para el. No ir a una tonta para hacer feliz a sus padres. Pero eso ya no importaba. Ya no podía cambiarlo, ahora solo tendría que acceder a las consecuencias que puede llevar aquello.

Le envío muchos mensajes a su peli-negro, sin embargo todos fueron ignorados después de verlos. Satoru comenzó a llenarse de ansiedad. Deseando llamarle de forma inmediata y descontrolada hasta escuchar su linda voz decirle: “todo está bien cariño, solo me quedé sin batería” para calmar todos sus demonios.

Pero ahora Suguru tenía razones para estar molesto. Actuó de forma irresponsable y le dio poco valor a algo que es muy importante para ambos. Se sentía mal por ello. Y tenía que admitir que el también debía sentirse mal.

Aceptaria lo que viniera con cuidado.

Se paró enfrente de su puerta. Toco varias veces. Noto que al tocarla se abrió sola. Soltó un suspiro silencioso. Entro en silencio.

Feelings. [Sugusato]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora