Esta vez será diferente

1 0 0
                                    

Y te enamoras, te enamoras tan locamente que permites ser herida repetidas veces, empiezas a ocultarlo detrás de palabras de aliento que no crees, justificando cada acción que toma y dices "solo esta vez, siento que será diferente". Y te autoexiges resistencia y durabilidad, te sometes a intentos fallidos y te obsesionas con el cambio forzado. Te curas de heridas que permitiste que volvieran a abrirse. Heridas que dejaras que sigan abriéndose y otras nuevas que aparecen cuando dejas que esa persona siga conservando tu lealtad. Te vuelves esclavo del "va a cambiar" y dejas de vivir para ti. Vives para él y la idea de que esta vez sí será diferente.

Prometé todo lo que en este mundo hay, promete que cambiará por ti, cambiará para ser mejor, solo por ti. En ese momento te sientes reconfortada, tal vez ya se dio cuenta de todas las cicatrices que tienes a causa de curarte siendo inexperta. Sientes que el círculo vicioso se ha roto y podrás reescribir una nueva historia, una en la que tú seas la persona más afortunada y feliz que pudo sacar a su amado del hoyo y demostrarle a las demás personas que si valía la pena perseverar.

Luego de días comete los mismos errores, esos que prometió no volver a cometer. Te sientes insuficiente, te sientes dolida, sientes como tú corazón súplica por un aliento de vida. Pero sigues ahí, sufres ahí. Lo culpas aún sabiendo que es tu culpa seguir ahí en un lugar donde no avanzas.

¿Como dejar que el cerebro lo saque de mi, sí el corazón está aferrado a la esperanza del cambio?

Suplicar por un cambio a alguien que no desea intentarlo. Se quejan porque hay hombres cariñosos, delicados, pacientes; pero si realmente supieran el sufrimiento que paso con el hombre que tiene más demonios que el mismo infierno, valorarían el amor tan grande que esos hombres pueden llegar a ofrecerles.

Pasar por recuerdos que solo demuestran el poco amor propio y la soledad que tú mismo creas para ser suficiente te hace un hoyo en el corazón, ese que ha soportado tantas batallas y sigue latiendo, a ritmo lento, a un ritmo constante.

¿Por que no se lo dices y luego sales de ahí?

Simple, me enamoré tanto de ese niño solitario, angustiado, deprimido; con falta de afecto, de amor. De ese niño que vivió situaciones que lo llevaron a aislarse. Cosa que no justifica que trate a los demás como él quiera. Pero sigo aquí porque conocí el interior de alguien que tiene miedo a entregarse a un desconocido cuando a los que le dio confianza en su niñez lo dejaron roto.

Un niño que también es feliz, se entusiasma por un éxito, y añora avanzar y conseguir la oportunidad de tener lo que económicamente no tuvo antes.

Claro que puso su éxito antes que el nuestro.

Sin embargo aquí estoy, pidiendo que esta vez sí sea diferente. Dando el último aliento antes de ahogarme en las lágrimas pasadas, presentes y tal vez futuras.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 24 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

MIS LETRAS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora