16. Yuwon

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Kara corrió como nunca y saltó apoyándose en la espalda de Hyunwoo. No sé cómo no se cayó o simplemente cómo no mató al pobre chico, pero consiguió saltarle como si fuera un potro. El ambiente se volvió festivo al ver que estaban intactos. Sunho y Daraen corrieron a abrazar a Hyunwoo, el pobre no sabía que ambos habían apostado que se caería. Aeris en cambio saltó con el móvil que grababa en su mano.

Bebí desde el banco mi batido de chocolate junto a Kyun. Ninguno de los dos nos entró la suficiente euforia como para levantarnos de allí a saltar y gritar emocionados.

—¿Cómo te dejó salir de casa?

—No lo sabe, está en el trabajo—bebí otro sorbo del delicioso batido—por eso dije que me iría en breves.

—Si necesitas algo llámame, no lo dudes. No quiero que sigas con las pesadillas y el insomnio sola.

—No te preocupes, tengo una larga lista de gente a la que llamar.

Parecía broma, pero en comparación a la última vez que me castigaron sin salir, ahora tenía un increíble grupo de Jangunistas a los que acudir si era necesario.

—Mírala, tan feliz con sus amiguitos nuevos.

Metí a presión la pajita de mi batido en su boca y me levanté del banco con una pequeña sonrisa. Él bebió sin quitarme la vista de encima. Se acomodó en el banco ocupando todo el espacio posible, algo común en él y en todo hombre de, al menos, mi grupo de amigos.

—Te acompaño a casa—se levantó de un salto—Y no acepto un "no" como respuesta.

—No seas tonto y quédate aquí.

—Soy extremadamente subnormal, así que te llevaré a casa—llamó la atención del resto para avisar de que nos íbamos y comenzó a andar en dirección a mi casa.

Estaba acostumbrada a tener a ese chico delante de mí marcando el paso y el camino. Él me abría paso por las ajetreadas calles de la ciudad mientras que yo caminaba tranquilamente por el camino despejado. Tenía el privilegio de poder andar tranquilamente mirando los puestos o las luces, él se aseguraba de que nadie se chocara conmigo bajo ningún concepto.

Desde que tenía uso de razón, Kyun había estado delante. Nos conocimos en la guardería, siempre se ponía delante de mí y se ponía a hacer la croqueta. Fue mi primer amigo, y el que más apreciaba desde entonces. Según nos fuimos haciendo mayores, Aeris empezó a adentrarse en nuestra inseparable amistad llegando a formar parte de mi círculo cercano. Pero nadie desplazaría a Kyun. Me había salvado de tocamientos en el transporte público, de empujones cerca del borde de la acera, un par de intentos de robos y muchas peleas verbales en el instituto. Yo no me quedaba atrás, me la pasaba salvándole de citas, tanto con mujeres como con profesores o simplemente reuniones con su familia.

Era uno de los pilares de mi vida, y no quería que pensara que iba a ser remplazado.

—Sabes que eres mi mejor amigo, ¿Verdad?

—El mejor, el número uno, sí.

—Solo te lo recordaba.

Paró frente al paso de peatones y se giró. me dio una pequeña sonrisa antes de volver a girarse.

—¿Jul te llamó ayer?

Kyun sacó una cajetilla de tabaco de su bolsillo. Dejó entre sus finos labios uno de ellos y buscó su encendedor.

—A las diez de la noche, sí—le brindé el mío al verle tan indeciso buscando entre bolsillos.

—Gracias—encendió su entretenimiento y le dio una larga calada—Estuvo muy pesado diciendo que quería hablar contigo.

Part Of Me -YeonjunWhere stories live. Discover now