TODO LO QUE NUNCA CONTAMOS.

Capítulo 1

Entonces tú nunca me amaste.

Parece mentira cuando los recuerdos se vienen a la cabeza, como si incrustaran una cinta de video donde tienes disponible contenido exclusivo de cada una de las situaciones vergonzosas y vivencias extrañas que han sucedido en la vida.

—Kaysa... es necesario?— Veo sus ojos llenarse de lágrimas, mientras se rasca la cabeza, su expresión triste me incomoda un poco.

Honestamente yo jamás se enfrentar situaciones difíciles, es más creo que esta no será la excepción.

—Es mi decisión final, no voy a cambiar de opinión, de hecho es innecesaria otra conversación al respecto.— Respiro profundo y cubro mi rostro con ambas manos, esto duele pero es extraño, diferente a como imagine una ruptura, se supone que terminas con alguien porque ya no lo amas, no porque estás completamente enamorada, pero yo no puedo interpretar lo que siento.

Claro que puedo con una ruptura pensé, es solo que se hace más ameno hacer algo para que me ayude a sobrellevar dicha situación incómoda, exactamente fue lo que hice y puse play a unas de las canciones que fácilmente puede destruirme emocionalmente, digamos que es terapia, como otras personas van al gimnasio, donde canalizan de forma física sus emociones y otros dejan de comer, cada uno lo vive a su manera.

En mi mente solo inundan los recuerdos y se que fui yo quien decidí acabar con la relación, pero piensen en mi, suena egoísta lo se pero tengo mis propios asunto de los cuales debo ocuparme, la universidad, mi familia, mis amigos y los mas importante, algo de lo que no suelo hablar porque detesto que me vean con lastima, por eso no pienso mencionarlo, es un sentimiento agridulce entre volver a tener tiempo para mi y sentirme completamente sola, pero digamos que la ansiedad habla por sí sola y eso me ha vuelto mucho más hermética, fría y distante, es que ni siquiera me importa que piensen que soy la villa de una historia mal contada.

—Nunca me amaste! Solo me hiciste perder el tiempo, ¿De qué me sirvió esperarte?, explícame.—Se acercó intentando abrazarme, su cara se ha tornado un poco rosa, las lágrimas se deslizaron sobre sus mejillas, me he quedado helada, lo aparto con brusquedad, solo puedo mirar el piso.

Sus palabras resonaron en mis oídos, me cuesta un segundo procesarlas, siento incertidumbre me pierdo en mis pensamientos que solo hacen ruido sobre el amor, amar, ser amado y ser totalmente vulnerable, mi cerebro es incapaz de articular algo que pueda sonar coherente, soltar una broma en este momento sería hacer explotar una bomba y no me parece correcto.

—Dime algo Kaysa, solo dime que lo pensaras al menos.
—Bien, solo necesito un par de días.

Jamás es bueno tomar decisiones impulsivas.

Imagino que está esperando que yo libere lágrimas y me muestre en total desesperación, pero adivinen que, no siento nada.

No me malinterpreten, claro que en su momento sentí algo, pero no estoy segura si era amor, quizá solo me sentí protegida, escuchada y acompaña, pero solo me limito a encogerme de hombros y recostarme, no sé si estoy siendo una completa inmadura por no afrontar esta situación o completamente inteligente por evadirla, me voy por la segunda claramente.

Todos somos villanos de una historia mal contada, juzgue usted.