TODO LO QUE NUNCA CONTAMOS.

Prólogo

El amor siempre está en mi mente.

Constantemente se me cruza por la mente la idea de acabar con mi vida, con aquella diminuta historia que se acorta cada día y de una forma que se escapa totalmente de mis manos.
Normalmente suelo decir que vivo una vida feliz, rodeada de amor y un sin fin de cosas materiales, una persona exitosa y que tiene todo lo que una persona normal podría querer. Aunque siempre busqué algo más, algo que llenara ese vacío en mi alma. Siempre me pregunté que era el amor, como saben que es amor, digo porque jamás me he enamorado.

Se podría decir que tampoco me han amado, pero suena deprimente.

Yo nunca he sentido esas mariposas que aparentemente se mueven en el estómago ni tampoco ese frío que recorre la espalda y mucho menos la necesidad de afecto físico de alguien más, vivo más bien un camino solitario o al menos eso ha sido el último tiempo, desde que acabó el último universo amoroso en el cual me adentré, nunca me dio miedo estar sola, aunque se que todos le temen a la soledad, para mi es más bien agradable.

De cierta forma lo acepte, no siempre fue así.

El poder disfrutar de mi propia compañía no se oye tan mal ¿No?, tampoco es como si nunca tuviera interacciones sociales, pero no es algo que me ponga de buenas creo que prefiero comentar con mis lápices el como la vida se mueve de una forma tan rápida, estoy tan acostumbrada a que todo ocurra frente a mis ojos y no poder reaccionar en el momento adecuado.
A pesar de todo, no quiero morir sin saber que es el amor, sin vivir ese anhelado sentir, sin poder refugiarme en unos abrazos que me hagan feliz, estoy cansada de vivir en un mundo donde el amor es tan complicado incluso más que los problemas matemáticos que me invaden a diario en la universidad, llevo años tratando de entender que es lo que busco y si eso que busco en verdad existe o solo son ideas de mi mente.
Aunque el último tiempo solo rondo en el mismo pensamiento.
¿Habrá alguien por ahí que se sienta como yo?