Resumen: Tal vez sea el destino, tal vez sea la magia, o tal vez sea un sueño, no lo sabe pero quiere quedarse en ese pasado.
Aclaraciones: Joffrey es de Dragonland SMP (Serie de Reborn) y Arin es de QSMP. Server separados y sin conexión cuya ship me saqué del culo pero les va a gustar >:D
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Lo primero que vió al abrir los ojos fue un par de ojos ámbar, brillaban como el sol, incluso más hermosos que el oro. Con una pequeña corona sobre sus cabellos castaños y ese mechón rubio probablemente una marca de nacimiento de su familia.
Lo primero que escuchó fue su voz, gruesa, cálida, risueña, preguntando por él, preocupado por su estado a lo que respondió asintiendo, maravillado por la apariencia tan elegante que presenta rodeado de las flores de un jardín real.
—¿Tienes un nombre? —Pregunta finalmente, extendiendo su mano hacia el nuevo en su jardín que ha aparecido de la nada sobre unas líneas extrañas en el suelo y restos de lo qué se imagina son restos de animal.
—Arin...—Susurra, es lo que le viene a la mente, sus memorias son difusas junto a flashback de un laboratorio y máquinas que no reconoce.
Pero no importa, ya no. La voz de Joffrey apaga todo ruido en su mente.
—Arin, soy el Príncipe Joffrey —toma su mano y le ayuda a levantarse del suelo para rodear el cuerpo de Arin con su propia capa de seda pesada y esa orilla de piel de animal que cubre el desnudo. —Te he invocado aquí para que seas mi esposa.
—¿Eh?
Arin tardó en entender su situación, también tardó en entender que fue arrastrado desde su mundo a este y las marcas son esas líneas y restos de huesos de animales a su alrededor. Lo que más lo confundió fue tener a Joffrey tan cerca de su rostro a punto de besarlo como parte del ritual y él sin moverse un centímetro hasta que detrás de los jardínes aparece un caballero de armadura negra cual noche.
—¡Mi príncipe!
—Dominic, te dije que lo encontraría —Joffrey se aparta lo suficiente para que el caballero viera el rostro de Arin.
El caballero no emite ningún ruido, solo camina hasta su príncipe y pone su mano en su hombro.
—Mi señor, ¿Acaba de recurrir a la magia ancestral?
—No iba a permitir que mi tío, el príncipe Juan, robe el trono cuando mi padre está desaparecido en batalla contra los españoles —Joffrey ajusta su capa sobre el cuerpo de Arin hasta cubrirlo todo con cuidado, le ayuda a levantarse y rodea su cintura con su brazo. —Y para ser rey necesito una reina.
—Mi señor —Dominic suspira derrotado, según las leyes en Nottingham es correcto que el príncipe tome el trono si el rey (su padre) no puede hacerse cargo. —Pero usó magia ancestral, la iglesia no va a...
—¡Yo diré con qué está de acuerdo la iglesia! —Joffrey levanta la voz a lo que Arin chilla bajito en susto. —Oh, lo siento...
—Joffrey... No entiendo nada —Y es que Arin realmente está perdido, y no ayuda que su mente se haya detenido en ese beso que interrumpió el caballero oscuro. ¿Su corazón palpitando tan fuerte por alguien que acaba de conocer es remotamente real?
Él hasta hace unos momentos estaba en un laboratorio, leyendo páginas antiguas de magia sobre un reino destruido por un apocalipsis. Nottingham fue devorado por una tempestad cuando el príncipe Joffrey murió a manos de... ¿De quién?
—Dominic, debo llevar a mi esposa a nuestra habitación, danos unos momentos... —Y con muy poca fuerza consigue cargar a Arin sobre sus brazos y llevarlo dentro del castillo.
Dominic sólo mira a su príncipe y al extraño segundos antes de mirar el desastre que dejó en el jardín real. Un enorme círculo de runas antiguas, restos de un dragón que el mismo príncipe asesinó para obligar al destino que le de una reina adecuada para tomar el trono.
Y apareció un desconocido.
Esto podría ser la sentencia para el reino y el único trabajo de Dominic es cuidar de su príncipe como lo ha hecho desde que es sólo un niño, incluso si eso es la condena de estas tierras.
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—Esto es tuyo, no te lo quites.
Un bello brazalete de oro y rubíes es puesto en su muñeca, además, la forma en que el príncipe Joffrey le toma las manos hace que las mejillas de Arin se calienten peligrosamente.
—Yo... No creo que pueda ser tu reina —Ni siquiera sabe si esto es real o solo un sueño por exceso de trabajo.
—Imposible, Arin, no lo entiendes —Esta vez Joffrey se sienta cerca suyo y toma su mano entre las propias, acercándose al corazón. —, el destino dijo que eres mi reina, no hay ninguna duda que vienes a ser mi querida reina.
Arin traga saliva, mira su mano siendo abrazada por los dedos, esa forma tan segura de mirarle y el cariño a cuento sólo de un hechizo es abrumador a la par que le llena el corazón.
¿Puede quedarse en este mundo aún si es un sueño?
—Joffrey...
—Por favor, acepta ser mi reina.
Realmente, si es un sueño, Arin no quiere despertar.
Asiente lentamente y cierra los ojos, las manos de Joffrey le vuelven a sostener las mejillas con un cariño que jamás sintió hasta que por fin puede sentir sus labios contra los suyos, sin que nadie los interrumpa y con Arin aceptando las bellas palabras de lo que sólo puede explicarse con un sueño por el exceso de trabajo.
Quiere quedarse ahí con él, no leer sobre el príncipe Joffrey I, quien sucumbe ante su tío y luego la felicidad de Nottingham cae bajo su reinado al perder al heredero. No quiere volver a un lugar donde solo existe en un par de páginas viejas y gastadas.
—Quiero quedarme contigo —susurra, se queja y cuando abre los ojos ya no está en ese enorme y elegante cuarto, ya no hay ni un príncipe jurandole amor eterno y promesas de un destino que los une.
Sólo un laboratorio lleno de artefactos antiguos y gastados, y un libro viejo con un dibujo que no retrata bien a su príncipe.
Arin suspira, cierra los ojos rogando volver pero nada de eso pasa. Aun siente los labios de Joffrey sobre los suyos.
Quiere volver con él.
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Escribi 5 veces esta cosa y no me gustó, lamento la idea tan borrosa de esto :c
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Kisspril 2024 | Luzuplay
FanfictionColección de historias cortas sobre el Luzuplay y sus variaciones para el reto Kisspril 2024 de la página de Facebook: Es de Fanfic.